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viernes, 23 de junio de 2017

Magisterio Musical

ENTRE DOS TIERRAS


A caballo de mi residencia y las etapas de mi vida entre Benidorm y Torrijos desarrollé y cursé los estudios de la carrera universitaria de Magisterio de Educación Musical.

Comencé en el curso 2000/01, en la Universidad de Alicante, instado y motivado por varias personas de confianza que me aconsejaron que, paralelamente a mis estudios en el Conservatorio, no estaría mal que intentara hacer una carrera que me permitiera, el día de mañana, tener un puesto fijo de trabajo con el que ganarme la vida.

Así, aquel septiembre de 2000, en que aprobé la prueba de acceso al grado superior en el Conservatorio de Alicante, empecé también con el primer curso de Magisterio Musical en la Universidad de Alicante. Iba de Benidorm a Alicante y volvía, como hacía algunos años cuando estudiaba Filología Hispánica, con el transporte -autobús- universitario, y una vez en la Universidad, cursaba allí mis clases y, los días que tenía también alguna asignatura en el Conservatorio (aquel año creo que sólo piano), me dirigía allí con el autobús urbano.

Aquel fue un año de reencuentros, en los que vi después de bastante tiempo a ciertas personas, en la Universidad, como por ejemplo a Maica, compañera de la Barqueta en Benidorm (ella tocaba en la rondalla), que cursó ese año conmigo (la vi el día de formalizar la matrícula). Se forjó la amistad entre las clases, el autobús, trabajos en grupo, bromas, etc. También vi por el campus a ciertos compañeros de la época de Filología Hispánica, y a profesores de entonces; a un buen amigo del instituto, Jesús González, quien hacía tres años comenzó Derecho pero lo dejó y ahora estaba empezando "Relaciones Laborales", y a quien había visto y salido con cierta frecuencia a raíz de un accidente de moto que aquel año sufrió a causa de un conductor de automóvil que se dio a la fuga.

Durante el verano de 1998 y curso 1998/99 nos vimos mucho Jesús González y yo, época en la que él tuvo que llevar muletas -por aquel accidente-; a veces íbamos con Jesús Burgos, mi mejor amigo desde la época del instituto hasta hoy (a ambos les conocí en 2º de BUP en el instituto de Bachillerato "Bernat de Sarrià" de Benidorm). Ambos amigos son dignos de mencionar y desarrollar la descripción de su amistad, en otra entrada de este blog.

No sólo en la Universidad, también el 2000 fue un año de reencuentros en el Conservatorio; más bien el curso anterior, 1999/2000, fue cuando vi por allí muchas caras conocidas de compañeros de años anteriores, con quienes volví a compartir clase o simplemente veía por los pasillos: Ester Rodríguez Mira (de Hª de la Música en 1997/98), Silvia Palazón Spickens (de la Escuela de Música de Benidorm), varios compañeros de Conjunto Coral del curso 1993/94... Y fue un año de muy buenos compañeros allí (Piedad y Azucena, de 2º de Transporte y una chica que creo que se llamaba Ana, que venía de la provincia de Toledo -y a quien años más tarde encontré en la UCLM, cuando me vine a vivir a Torrijos-; de Estética, de Historia de la Música, gente de Benidorm, de Altea...).

Sí. El año 2000 fue un año de reencuentros, tanto en el Conservatorio como pocos meses más tarde en la Universidad.

Académicamente, sólo me saqué poco más de la mitad de créditos, creo recordar, aquel primer curso de Magisterio. Al año siguiente, no continué, pero lo dejé pensando en que quizá años más tarde lo fuera a seguir cursando, como así fue.

El curso 2005/06 proseguí mis estudios en esta carrera. La verdad es que lo hice porque el año anterior me examiné en junio y septiembre de 10º de piano en el Conservatorio, y no conseguí aprobar, y luego, hablando con mi profesora Margarita, ella me dijo que una buena salida para mí sería hacer Magisterio Musical -como había hecho algún alumno suyo-. Y así lo hice.

En marzo de 2006 mis padres y yo nos fuimos a vivir a Torrijos -pueblo de Toledo donde vivíamos antes de emigrar a Benidorm-, y, después de examinarme en junio y septiembre de algunas asignaturas más en la Universidad de Alicante, hice el traslado de expediente a la U.C.L.M. (Universidad de Castilla-La Mancha), donde proseguí los estudios los años siguientes, terminando los mismos en 2009, si bien la graduación fue en junio de 2008 con mi promoción. Hice las prácticas y una audición ese cursoo 2007/08.


Acompañando al piano a mi compañero y amigo José Luis Campillo,trompetista. Interpretación de "Lascia ch'ío pianga". Campus de Toledo de la U.C.L.M. 22 de Noviembre (festividad de Sta. Cecilia, patrona de los músicos) de 2007.



Foto con la orla para el día de mi graduación. Junio de 2008. Toledo.


Es de señalar que, con los compañeros del siguiente año (2008/09, durante el que terminé de aprobar las últimas asignaturas que me quedaban pendientes) hicimos un musical que quedó muy chulo. Lo llamamos "Un musical de película", pues interpretábamos tocando -como yo, el piano-, cantando y bailando -con diversas coreografías-, una colección de canciones de diversas B.S.O. de muy conocidas películas. Lo representamos en Talavera de la Reina.


miércoles, 14 de junio de 2017

Últimos años en Benidorm

JOSÉ FÉLIX Y HANSI.


En las Navidades de 1998, como es tradicional, intervine como organista acompañando al coro de "la Barqueta" en el concierto que todos los años ofrecíamos al público por estas entrañables fechas. 

En esta ocasión, al finalizar el recital, dos personajes -con quienes he mantenido larga amistad posteriormente- se acercaron a mí para felicitarme. A uno de ellos, José Félix, ya lo conocía -y el a mí- de tocar el órgano él en las misas de la iglesia "Ntra. Sra. del Mar", labor que habitualmente realizaba en los servicios de las misas de las tardes de domingo en dicha parroquia -debo señalar que yo, aquellos años desde mi Primera Comunión hasta la adolescencia, solía desempeñar otra labor en las misas de los domingos por la tarde, la de leer las lecturas y el salmo antes del Evangelio-.

La otra persona, Hansi Struyck, una soprano holandesa de ya edad avanzada, me fue presentada por José Félix, quien no escatimó repetirme en aquel encuentro que se alegraba enormemente de verme y poder hablar conmigo, después de algún tiempo que llevábamos sin vernos. Hansi tampoco ahorró palabras para elogiarme por la manera de tocar mía que ella había apreciado a la hora de acompañar al coro, y me dijo que si me gustaría contactar con ella para quedar, entablar amistad, y acompañarle como soprano.
Nos despedimos los tres y nos felicitamos las Navidades. Y así terminó aquel bonito encuentro.

Hansi Struyck

Al cabo de unos días, una semana más o menos, caminando por la "Plaza Triangular" (Plaza de la Hispanidad, en el centro de Benidorm), nos topamos frente a frente Hansi y yo. Se le agrandaron los ojos, yo vagamente la reconocía, y ella me dijo quién era. Entonces caí. Me invitó a ir un rato a su piso (de la calle Gambo, que desemboca en dicha plaza) y enseñarme "su guarida", su piano y su música.

Era un piso muy pequeño; vivía allí sólo ella. En la sala de estar, que era el centro de la casa, estaba en un rincón el piano -creo que tenía algo más de cien años, según creo recordar que ella me dijo-. Era un piano de pared, no recuerdo qué marca, con las teclas ya amarillentas y un sonido bonito y testigo de la edad del instrumento. Sobre el piano diversas partituras, y alrededor varias pilas de libros de música y más partituras. En el centro de la estancia, una mesita redonda, y al lado opuesto del piano un sofá y en la pared varias estanterías con cientos de cintas de cassette y C.D,s de música clásica.
En el recibidor, pequeño pasillito que daba a  la sala de estar, otra gran estantería con muchos más libros de música -partituras-; muchos de ellos muy añejos y polvorientos, de estimable gran valor. En particular, tenía muchas recopilaciones de lieder de Schubert, Schumann y Strauss, un ejemplar de los cuales, que creo que tenía repetido, me lo regaló, y lo conservo entre mis partituras -y de vez en cuando me da por abrirlo y echarlo una ojeada y tocar alguno de sus lieder, con gran nostalgia; algunos de ellos recuerdo cuando lo tocaba yo en su piano acompañándola cantando ella-.

Tenía Hansi una voz impresionante. Era una soprano consagrada. Durante el año 1999, le hacía frecuentes visitas a su pequeña "guarida" -como ella denominaba a su modesto piso-. Lo pasábamos muy bien conversando y tocando a cuatro manos en su piano. Me llegó a prestar libros de Diabelli con muchas composiciones a cuatro manos. Me daba muchas partituras que tenía repetidas, o bien me hacía fotocopias de originales y luego le devolvía éstas. Tengo entre mis partituras una carpeta catalogada con su nombre, en la que tengo muchas partituras que ella me proporcionó, sobre todo lieder románticos. Citaré algunos, los que más recuerdo haber tocado aquellos tiempos en las visitas que le hacía acompañándole a ella cantar con su voz espectacular:

- "Nina",
- "¡Oh, mio babbino caro! (de la ópera "Gianni Schicchi", de G. Puccini),
- "Caro mio ben",
- "Morgen" (R. Strauss),
- "Der Tod und das Mädchen" (F. Schubert),

y por supuesto:

- "Ave Maria" (de F. Schubert), y
- "Panis Angelicus" (C. Franck).

... y muchas obras más...

En aquellas visitas me contaba cosas de su vida, de su familia (eran trece hermanos, y ella era la décima, gran mayoría de varones; pocos hermanos, tres o cuatro incluido ella todavía vivían -quizá ya estén todos con el Señor-). Tenía un carácter bromista, alegre, buen sentido del humor, amistosa, sencilla... Muchas veces me ponía música en alguno de sus reproductores para explicarme detalles de interpretación o significado musical de lo que escuchábamos. A veces tomaba el sol en la terraza contigua al salón, bajo el ya apretante sol de mayo mediterráneo, y charlábamos allí, o tocaba su flauta dulce. A veces me ponía un té o un zumo y nos poníamos a jugar al "Rummykub". Me enseñaba fotos de ella de joven, me preguntaba qué planes tenía yo para mi vida, personales y profesionales, de mis gustos, de mi tiempo libre... Me aconsejaba, me guiaba.

Cuando yo tocaba el piano, sobre todo cuando lo hacía solo, especialmente cuando interpretaba el famoso "Moonshine" ("Claro de luna") de Beethoven, insistía en el sentimiento y alma que debía poner en cada nota del acompañamiento y de la melodía; cerraba los ojos, me decía "con sentimieeeento, con corazón, con todo tu ser...". Es indescriptible plasmar por escrito la cara que ponía y la voz que tenía al darme esta serie de directrices mientras yo tocaba, pero el lector puede hacerse una idea o intentar comprenderme.



Poco a poco, yo les empecé a hablar a mis padres de Hansi hasta que un día vino a nuestra casa y comió y pasó el día con nosotros. Mis padres también vinieron conmigo alguna vez a su casa durante aquellos años de principios de este siglo -o finales del anterior-. Llegamos a cenar mis padres, ella y yo juntos en la Nochevieja de 2001/02, recuerdo, en un restaurante chino. O sea, se hizo amiga de mis padres y de la familia. Más de una vez vino a casa, y más de una fuimos nosotros a la suya, amén de las frecuentes que le hacía yo solo. Me preguntaba por José Félix, me decía que fuera a verle. Salíamos por la calle, le acompañaba a recados, a la farmacia. Íbamos a conciertos y eventos musicales. Mamá y papá venían con nosotros, a veces de noche, a pasear, en fiestas, carnavales... Una gran amiga.

Johanna Maria Struyck, "Hansi", cenando con papá y mamá y yo en Nochevieja de las Navidades de 2002, en un restaurante chino en Benidorm.

José Félix

Como ya he mencionado, a José Félix ya le conocía desde hacía bastantes años de la iglesia, donde solía tocar en la misa de domingo por la tarde. Recuerdo que durante las misas, solía mirarme de vez en cuando con una mirada de simpatía y complicidad y hasta una sonrisa. Podía palpar bastante afinidad entre su personalidad y la mía. Me parecía un buen hombre. Aunque al acabar la misa ahí de acababa siempre todo. Así fue nuestra relación hasta aquel diciembre de 1998 en el Concierto de Navidad de Coro y Pulso y Púa de "la Barqueta".

A partir de entonces, sobre todo desde el otoño de 1999, nuestros encuentros en su casa-taller de la Avenida de Alcoy en primera línea de playa en el Rincón de Loix empezaron a ser habituales. Era un modesto estudio que tenía una habitación principal llena de cuadros, esculturas, revistas, libros, útiles de ebanista, objetos diversos... no había casi sitio para moverse... y en un rincón un piano de pared. Tampoco recuerdo qué marca era (no suelo prestar mucha atención a las marcas de piano).

Iba allí yo con frecuencia y me invitaba a tocar el piano. Me decía: "toca ésto, toca lo otro...." Disfrutaba mucho escuchándome. Se deleitaba; me decía: "¡Ojj!, ¡ojj!, qué bonito, qué sentimiento, qué preciosidad, qué bien armonizado, qué melodía más bonita...". Solía decir: "Hay que hacer hablar al piano" (como diciendo: hay que interpretar bien lo que el compositor quiere transmitir).
Pasaba horas yo allí, mañanas, tardes, incluso noches. A veces me invitaba a pasar más adentro, donde tenía su dormitorio y su cocina y baño. Veíamos la TV, hablábamos... Se alegraba siempre que iba a verle. A veces incluso me cortaba el pelo. Muchas veces había alguien más cuando me presentaba yo; pues le gustaba acoger a ciertas amistades que hacía, personas a las que ayudaba con algún problema, y a quienes me presentaba y decía que tocase para ellos...

Mis visitas a su casita-taller solían ser durante los veranos.
Durante el verano de 2000, solía ir con Jorge Morales, un americano de origen boliviano hermano de Dolly e Ignacio, unos amigos de Natalia y Jesús cuando estuvieron en América, a quien mis padres invitaron a pasar tres meses con nosotros aquel verano. Él es pianista también, por lo que aveces tocaba él también, no sólo yo.
En el verano de 2001, durante el cual estuve trabajando en un McDonald's, recién abierto hacía un año frente a la playa justo en la esquina Ametla de Mar-Avda. de Alcoy, muy cerca de donde vivía José Félix, al acabar mis horas de trabajo, cuando esto era de noche, en vez de ir a casa muchas veces iba a su taller y me recibía contento.
Cuando trabajaba como pianista en el restaurante "Tiffanny's", años 2002 y 2003, muchas veces se presentaba él cuando iba a terminar mis sesiones de trabajo como pianista amenizador de cenas, y se quedaba a escucharme mis últimas canciones y luego me acompañaba a casa, hablando los dos.
Otras veces, me llamaba por mi nombre desde los aparcamientos del supermercado "Plus", cerca de mi casa de Benidorm, cuando volvía del centro, de algún recado o de algún paseo. Me saludaba y me preguntaba qué tal me iba (si hacía más o menos tiempo que nos veíamos).

Qué tiempos aquéllos. Qué dulces tiempos aquéllos. En Benidorm, con la playa, con el sol, en la "millor terreta del món"... Cuánto echo de menos Benidorm y aquellos años, mis "veintis". Se me han pasado volando los años desde entonces.

Otras veces iba yo a verle tocar a él a hoteles como "Diplomatic" (de cuatro estrellas), donde tenía el su puesto de pianista uno o dos días a la semana. Una vez fui con Hansi, otra con algunos amigos, y quizá varias veces más. Señalar que un par de días le hice unas sustituciones ya en el año 2004 ó 2005 (me parece). Tocaba un repertorio cuyas canciones solía tocar cuando yo iba a su casa a verle: "Summertime", "Alfonsina y el mar", "Mogambo"...

También señalaré que, como él desempeñaba, entre otras, la labor de restaurador de cuadros y obras de arte (como esculturas, bustos, imágenes, etc.), un día que vino a mi casa, estando mi madre, se fijó en la imagen de la Virgen del Carmen que siempre hemos tenido en el salón de casa, y se fijó de unas pequeñas grietecillas que habían salido sobre todo en el manto, y hablando con mi madre, se ofreció a restaurarla (si queríamos). Mi madre asintió, y tardó cierto tiempo dedicándole según nos dijo bastantes horas, pues requería trabajo. Al final tuvo que cobrarnos más de lo que nos había dicho en un principio, pero la imagen no quedó del todo como nos hubiera gustado, pues si bien había subsanado aquellas grietecillas, al barnizarlo, sobre todo el manto, perdió su color original, dejándolo algo más sombrío. Mi madre no salió muy contenta, que digamos, pero en fin.
Esta imagen de la Virgen del Carmen la habían tenido en la familia de la madre de mi madre desde finales del siglo XIX. Es una imagen de la Virgen son el niño Jesús en uno de sus brazos y un gran manto, y con una especie de corona. Una imagen que yo creo que siempre recordaré.




sábado, 10 de junio de 2017

A.R.C. "La Barqueta"

DE BODA EN BODA.

Tomé mi Primera Comunión un 1 de mayo de 1987, en la Ermita de Sanz, en Benidorm. La peculiaridad de este evento en mi vida es que mi hermano José María y mi cuñada Toñi contrajeron matrimonio en la misma ceremonia. Así pues, hubo una misa oficiada por nuestro párroco de la Iglesia "Ntra. Sra. del Mar" (ubicada en la zona del Rincón de Loix, a la que acudíamos normalmente cada domingo, como fieles), don Antonio, en la cual se celebraron ambos sacramentos para uno y los otros (o los otros y uno, como se prefiera, jeje, me refiero a los desposados y a mí mismo), el Sacramento del Matrimonio, para ellos, y el de la Eucaristía, para mí.

Fue una ceremonia bastante íntima, éramos alrededor de treinta invitados entre todos. Los fotógrafos que se encargaron de la labor de inmortalizar en grabación de imagen y vídeo los acontecimientos fueron Ángel y Pilar, los padres de mi buen amigo Ernesto Rosique Vegal, compañero de clase desde 2º curso de E.G.B. (curso en el cual ambos éramos alumnos nuevos en el colegio "Ntra. Sra. de los Dolores" de Benidorm), y también compañero de clases en la Escuela Comarcal de Música y Danza de Benidorm, en la que cursamos Preparatorio y 1º de Solfeo en aquel curso 1986/87. Esta amistad se se ha mantenido algo intermitentemente pero de manera constante hasta la actualidad.

En aquella ceremonia, y ya antes de que llegara el sacerdote a celebrar la misa, que se retrasó unos minutos, fue bonito el hecho de que había un coro de niños de mi edad y un organista que se encargaron de la música de la liturgia de la misa. Fue bonito el hecho de que los cantos me los conocía yo de escucharlos y cantarlos en el colegio y al rezar en aquellos tiempos de mi infancia al irme a la cama; y yo, desde el altar -donde permanecí, cerca de don Antonio, durante toda la misa-, cantaba con ellos moviendo los labios -como se podía apreciar en el vídeo de boda que filmaron los padres de mi amigo- pero sin cantar muy alto (pues no quería hacerme notar demasiado; era muy tímido). Este coro, años más tarde, no sé exactamente cuándo, me enteré que pertenecía a la Asociación Cultural Recreativa de "la Barqueta", y tuvo una importante repercusión en mi vida durante bastantes años, como voy a explicar a continuación.

Pasaron los años y, en 1991, se casó el 7 de septiembre mi hermana Natalia y su actual marido Steve Winecoff -a quien conoció dos años antes en Estados Unidos- en aquella iglesia, la Ermita de Sanz.
A mí me fue encomendada la labor de tocar, como joven pianista que era, colaborando con el coro como organista en algunas canciones de la misa. El coro fue aquél de mi comunión, el de "la Barqueta". Ensayamos una o dos veces antes del evento, a finales de agosto, para tener clara la sincronización de voces y órgano, y recuerdo que fui una o dos veces a casa de los Martínez Simarro a ensayar con Magdalena el "Ave María" de Miné. Magdalena era la madre de María, la chica de mi edad que había cantado los solos de las canciones en la misa de mi Primera Comunión, cuatro años antes, y que había sido motivo de comentarios muy positivos por mi familia según la imagen que la pequeña reflejaba en el vídeo de aquella ceremonia, y la bonita voz que tenía. 

Pues bien, aquel 7 de septiembre, en la boda de Natalia y Steve, ellas, Magdalena y María, madre e hija, junto con algunas otras chicas de la edad de María y la mía, y Francisc como organista -el hermano de Vicente, quien tocó en mi Primera Comunión, a quien ya conocía por la Escuela de Música de Benidorm, que llevaba un curso más que yo y a quien había escuchado tocar y verderamente me encantaba, especialmente la "Romanza sin Palabras, nº1" de F. Mendelssohn-, y yo, como segundo organista (algunas canciones las tocaba Francisc y otras yo), fuimos los encargados de la Liturgia de esta tercera boda familiar (Pedro Miguel fue el segundo en casarse, tres años antes, pero no en Benidorm, en aquella misma Ermita donde todavía se iban a celebrar varios eventos religiosos -bodas y bautizos- familiares más).

Siguió pasando el tiempo y en 1993 se casó mi hermana Mari Carmen y su actual marido Steve Hindes -que se conocieron algunos años antes en Benidorm, a donde él había venido a veranear-; el día 5 de junio. Otra vez se me hizo cargo a mí y a "la Barqueta" de la música (yo encantado) de la misa; y esta vez yo no toqué, sino que canté, con voz "de falsete", el Ave María de F. Schubert y el Panis Angelicus de C. Franck, acompañado por Francisc, en la ceremonia. Magdalena y María y algunas de las otras chicas que cantaron en la boda de Natalia lo hicieron también en esta ocasión.


Ya en 1994, el 28 de septiembre, se casaba mi prima Pikiki con el francés Olivier. Se casaban también, como José, Mary y Nata en la Ermita de Sanz, y "la Barqueta" y yo fuimos nuevamente los responsables de los cantos de la misa. Esta vez, Magdalena coincidió conmigo unas dos semanas antes en una peluquería situada muy cerca de su casa -casi al lado- a la que yo iba de tiempo en tiempo a cortarme el pelo, y me dijo que si yo podía colaborar de aquel momento en adelante con ellos como organista, empezando por esta boda (la de Pikiki). Yo le dije que por supuesto que sí (no me venía mal ganarme un dinerito yendo y tocando de boda en boda, por lo que ofrecían los novios por la música de las misas). Así, yo fui el organista de la boda de mi prima Pikiki, y acompañé a María en canciones como el Ave María de Schubert y el Panis Angélicus. También acompañaría a Magdalena o a ambas en otras canciones de la liturgia de la misa.
Días antes, recuerdo que fuimos a ensayar con el órgano de la Ermita, para tener claros los tonos, las entradas, y los registros del órgano y el tacto del mismo, y la acústica de la iglesia, y en aquel ensayo Magdalena lloraba escuchando la voz de su hija y los ecos que producía con aquellas canciones (Ave María y Panis)... Aquella fue la primera de muchas bodas y otras ceremonias cuyas misas yo acompañaría como organista a Magdalena, María y otras muchas chicas de este coro de la A.R.C. "la Barqueta".
 
Las chicas del coro de "La Barqueta", Magdalena (izquierda), Igna (derecha) y yo.
Foto tomada mi primer año de estar con ellas, primavera de 1995.

ORGANISTA Y PROFESOR DE PIANO.

Desde entonces, y hasta que me vine a vivir con mis padres a Torrijos, en marzo de 2006, o quizá un poco antes; es decir, durante unos diez años, permanecía como organista de este coro. La A.R.C. "La Barqueta" tiene su sede en la calle Tomás Ortuño de Benidorm, en un pequeño local donde anualmente se organizan eventos para atraer el interés cultural de la gente del "poble" de Benidorm. Cada año se exponían belenes, fotografías antiguas de gentes de Benidorm, tiene una Rondalla con músicos aprendices o de más o menos experiencia con instrumentos de cuerda de pulso y púa (cuerda pulsada o punzada), su director de rondalla, su coro (del que yo fui organista durante aquellos años), y otras actividades. Los sábados daban clases en las instalaciones anejas o contiguas al mercado municipal de dicha calle; clases de solfeo, de piano, y allí mismo ensayaba la rondalla y nosotros, el coro. 

Yo también fui profesor de piano, de iniciación, unas horas a la semana, los sábados, en una de aquellas aulas en la que había un piano de pared, durante algo más de tres años, entre enero de 1997 y febrero de 2000. Llegué a sembrar amistades con algunos de los alumnos, especialmente mujeres, durante aquellos años. Por supuesto, con las chicas del coro también. Conservo con cariño fotos y muchos recuerdos. Entre estos recuerdos conservo la figura de una Virgen, una placa obsequio con mi nombre grabado y mi dedicatoria a mi labor como organista, y varias fotos en las que aparecemos todos los del coro, con todas las chicas, Magdalena e Igna, en torno a mí en el órgano de la Iglesia de San Jaime de Benidorm.

Magdalena, Igna y yo, con el obispo -no recuerdo su nombre- de la diócesis Orihuela-Alicante. Esta foto debe ser del año 2002, más o menos.

En esta foto, estamos en el altar de la iglesia de St. Jaume, varias personas relacionadas con "la Barqueta": Magdalena e Igna, María, Mani, Juan (marido de Igna), Natalia, Jorge (hermano de Natalia), Consuelo, Margo (sobrina de Igna, con muletas), Sergio y Tomás (hijos de Igna), Mari Carmen (entonces novia de Sergio), Nuria y yo. Foto que creo que fue tomada en 2003.


Como profesor de piano y lenguaje musical, no sólo con "La Barqueta", sino también de manera particular en mi domicilio de Benidorm he impartido clases de iniciación y grado elemental, desde el verano de 1994.
También como organista, no sólo lo he sido con "La Barqueta", sino también de manera independiente en mi Parroquia habitual de Benidorm, Ntra. Sra. del Mar (aquélla que mencioné a la que asistíamos en mi infancia como fieles y cuyo párroco era el cura que me dio la Primera Comunión).

Las ocasiones en las que tocaba de organista con "La Barqueta" no sólo era en bodas, sino también bautizos y comuniones (la B.B.C. de los coros religiosos -Bautizos, Bodas y Comuniones-), y una gran variedad de festividades anuales de carácter local, autonómico y nacional, vinculadas siempre al ámbito religioso (Día de la Hispanidad, Día de la Comunitat Valenciana, Día de la Constitución, La Inmaculada, La Virgen del Carmen, La Asunción, San Antón, San José Obrero, Corpus Chrstie, y por supuesto festividades de Navidad y Semana Santa -Misa del Gallo, Noche Vieja, tradicional concierto de Navidad por iniciativa de "La Barqueta", Viernes Santo y su vigilia, Domingo de Ramos y Domingo de Resurrección-..., y por supuesto el día del Hallazgo de la Virgen del Sufragio -patrona de la ciudad- y las fiestas municipales, en honor a la misma Virgen, que se celebran a mediados de noviembre).

En cuanto organista en mi Parroquia de "Ntra. Sra, del Mar", mi comienzo como tal fue más tardío, hacia el año 2000, con la venida del nuevo párroco que se haría cargo de ella hasta finales de 2005 (poco antes de venirnos a Torrijos a vivir). Empecé tocando antes en  alguna que otra misa, pero ya de manera más habitual en el curso 2000/01, con la incorporación de este sacerdote, don Reyes Rodríguez Rufete. A él le pareció magnífica mi iniciativa y así continué, domingo a domingo, tocando en la misa de niños, a la que por aquellos tiempos, probablemente debido al nuevo párroco, empezó a experimentar más afluencia de fieles no sólo a ésta, sino a todos los servicios semanales, en general.
Ya en 2002, se produjo un cambio de templo parroquial a un nuevo local sito a unos cien metros en la misma calle del antiguo; y éste, mucho más amplio y acogedor y "bonito y atractivo", con vidrieras, cancela, coro, capilla y despachos y salas de catequesis, reuniones, conferencias y ágapes, atraía más a los fieles y a su participación en servicios y actividades, como por ejemplo, el Coro Parroquial, que desde entonces se consolidó con un grupo de  cantantes, director y yo como organista, quienes nos reuníamos un día a la semana para ensayar.

Tocando el órgano en la iglesia "Ntra. Sra. del Mar", acompañando al coro y guiado por el director, Santi. Año: entre 2002 y 2006 (En 2002 se abrió este nuevo templo parroquial y en 2006 nos fuimos a vivir a Torrijos).


Ambas actividades, organista, en misas -y en "BBC" u otras festividades-, y profesor de música, han sido las que he ejercido fundamentalmente en Benidorm, así como pianista en un restaurante de cuatro tenedores de la ciudad por dos años (febrero de 2002 - enero de 2004) y de manera muy puntual en un hotel de cuatro estrellas (aparte de una serie de trabajos menores esporádicos no relacionados con la música).