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martes, 25 de diciembre de 2018

Navidad

LA NAVIDAD


Otro año más, al llegar estas fechas -entrada del invierno y llegada de la Navidad- muchas familias del planeta se reúnen para celebrar el nacimiento de la persona más trascendental en la historia de la humanidad.

Jesús de Nazaret nació hace 2025 años en Belén, en una cueva en las afueras de la ciudad del rey David, donde sus padres, San José y la Virgen María, tenían que ir a inscribirse en el censo romano ordenado en tiempos de César Augusto, siendo Herodes rey de Judea, por ser José descendiente de aquel gran rey.
Betlehem -Belén- estaba abarrotada de familias que habían ido a censarse y mucha gente había ocupado todos los posibles alojamientos de la pequeña ciudad, de modo que José y María no tuvieron más remedio, por su humilde condición, de pasar la noche en un pequeño pesebre, en la mencionada cueva, aquella fría noche de invierno.

Y así, rodeados de paja, un buey y una mula, la Virgen dio a luz al Niño, el Hijo de Dios, pues había sido concebido milagrosamente por obra del Espíritu Santo, sin intervención varonil. Además, así se cumplía la profecía de que en esta ciudad de Belén una virgen habría de dar a luz a un niño, que sería llamado Jesús -en hebreo, "Salvador"-, pues Él habría de salvar a su pueblo de sus pecados.

*Representación del nacimiento de Jesús en la cueva de las afueras de Belén, con sus padres la Virgen María y José, rodeados de paja, un buey y una mula y lo más necesario para pasar aquella fría noche.

Sería llamado "Hijo de Dios", pues sólo podía haber sido engendrado por Dios, enviado por Él para anunciar el Evangelio -en griego, Buena Noticia o "Buena Nueva"- del Reino de los cielos o Reino de Dios y propiciar la reconciliación de los hombres con Dios mediante la liberación de la esclavitud del pecado por los méritos de su pasión y el precio de su sangre derramada en su muerte de Cruz.
Para que todo aquel que crea en Él y en sus enseñanzas, de corazón, las practique en su vida y sea salvo y pueda así participar en la Resurrección y la Vida Eterna.


Cito, así, como ya hiciera en otra entrada de este blog, uno de mis versos favoritos de la Biblia y, sin duda, mi favorito del evangelio de San Juan:

"Pues tanto amó Dios al mundo, que envió a su Hijo Unigénito para que todo aquel que en Él crea no perezca, sino que tenga vida eterna" (Juan 3,16).

Desde su muerte en la cruz y Resurrección y ascensión a los cielos, y su posterior envío de su Espíritu Santo en Pentecostés, que les dio el pleno entendimiento, sus discípulos evidenciaron lo que en un principio no eran capaces de creer totalmente de sus palabras, esto es, que verdaderamente Jesús resucitaría. Fue a la luz de su resurrección, ascensión y efusión del Espíritu, que los discípulos creyeron plenamente en todo lo que misteriosamente les había dicho acerca de su misión y el cumplimiento de las profecías acerca de Él y también de su mensaje: la Buena Nueva o Evangelio, que ellos debían ser los pioneros -tras Él- de propagar a la humanidad.

Así, fueron surgiendo las primeras comunidades cristianas, los cristianos y el Cristianismo como tal religión, cuyo sentido reside en ser imitadores de Cristo y poner su Palabra por obra, difundiendo con el ejemplo su mensaje.

Desde entonces, los cristianos celebran la institución de la Eucaristía, como momento central de sus celebraciones religiosas, en el que se conmemora la Última Cena de Jesús con los doce instituyendo la Eucaristía: repartiendo el pan y el vino, especias que simbolizan su cuerpo y su sangre, que iba a ser entregado y derramada por ellos, para el perdón de los pecados, pues Jesús era como el Cordero expiatorio que propiciaba la remisión de los pecados, la reconciliación con Dios y, por tanto, la Salvación.

¿Qué tiene esto que ver con la Navidad? Bueno, pues con lo que tiene que ver realmente es con la Semana Santa, que es, en el calendario litúrgico de la Iglesia Católica, cuando celebramos todos estos acontecimientos de su Pasión, muerte y resurrección. Pero, los cristianos, desde otro momento histórico que yo no sé determinar, empezarían también a celebrar el nacimiento de Jesús, nuestro Señor y Salvador, y desde un momento determinado de la misma la Iglesia fijaría la noche del 24 al 25 de diciembre de nuestro calendario gregoriano.

Es por ello, que tradicionalmente celebramos la Navidad en estas fechas del año. Muchos especulan si la Iglesia caprichosa o arbitrariamente eligió esta fecha, pero lo cierto es que la Iglesia hace todo lo buenamente posible por dar luz al mundo y todos sus dogmas y postulados se fundamentan en las Sagradas Escrituras y en su propio Magisterio, de tradición oral, a lo largo de los siglos. Con lo cual, la Iglesia no es caprichosa, sino todo lo contrario; una cosa es que no pueda ser cabalmente científica, y otra cosa es que sea totalmente arbitraria, lo cual es falso: la Iglesia busca ante todo, como cuerpo de Cristo que es, la Verdad.

El caso es que el día 25 de diciembre de cada año celebramos la Navidad, el nacimiento de Cristo, el Hijo de Dios hecho hombre. Nos reunimos las familias en cada hogar para celebrar la festividad más importante del año, convirtiéndose estos días en los más entrañables y familiares del año, tanto por lo que se celebra, pero más, evidentemente, por ser las familias las que se reúnen y celebran que ha pasado otro año más -pues coincide esta fiesta, en una semana de antelación, con la entrada del nuevo año-.

Toda una serie de símbolos y rituales envuelven la Navidad:

- el Belén, la representación del nacimiento de Jesús -que nació en esta ciudad de Israel, como he explicado antes-,

*Representación de un "Belén", donde aparecen, en pequeñas figuras a modo de pequeñas esculturas y otros ornamentos, los personajes y los lugares de aquella ciudad, idealizados. Práctica tradicional en Navidad.

- el árbol de Navidad -tradición que viene de Norteamérica, creo, donde se adornan con calcetines y regalos y otros adornos-

*Árbol de Navidad con sus típicos adornos.

- Papa Noël (Papá "Navidad"), Santa Claus o simplemente "Santa" -como se le llama en Norteamérica-, que es el personaje vestido y engalanado de ropajes navideños que viene a traer regalos en su trineo a todos los niños del mundo la noche de Navidad (Nochebuena).

*Papá Noël trayendo regalos en su mochila.

- Los Reyes Magos, que nos traen regalos a toda la familia, cuya festividad es el 6 de enero (nada más comenzar el nuevo año). Es una conmemoración de los Sabios de Oriente -Melchor, Gaspar y Baltasar-, unos astrólogos de tiempos de Cristo que, según la Biblia, vieron nacer una estrella que ellos acertadamente interpretaron como el nacimiento del Mesías que esperaban los judíos, y siguieron aquella estrella hasta que, efectivamente, la vieron posarse sobre la cueva donde acababa de nacer el Niño, con María y José, y se postraron ante él, le adoraron y le obsequiaron con tres regalos: Oro, incienso y mirra.

*Dibujo de los Reyes Magos en su camino a Belén, siguiendo la estrella.

- El turrón, el mazapán, los polvorones, etc. Son diversos tipos de dulces de diferentes texturas y sabores que tradicionalmente se consumen exclusivamente en esta época del año.

- Los "brindis" navideños y de año nuevo, con champagne, cava, sidra, etc. Si bien solemos brindar en muchas ocasiones por determinados acontecimientos deseando buenos augurios, en esta época del año son prácticamente de obligado ritual en las cenas y comidas de estos días.

*Cava con "Panetone".

- Los villancicos. Son canciones de origen renacentista que cantaban los villanos, de ahí su nombre, siempre con estrofas y estribillo. En tiempos posteriores, a las canciones con esta estructura se les solía dotar de letras con temática navideña, de manera que hoy día se llaman villancicos a cualquier canción de cualquier forma musical que se cante en Navidad.

*Interpretación de "Adeste Fideles", uno de mis villancicos favoritos.

Click en este enlace para vistar "Villantrucos", la entrada de mi blog de poemas y canciones en la que presento varias letras alternativas ideadas por mí para diversos villancicos tradicionales.

- Las cenas de Nochebuena y Nochevieja y las comidas de Navidad y Año Nuevo. Son convites familiares en las que se suele congregar toda la familia para celebrar los momentos más importantes de estas fiestas: La noche en que nació Jesús y el día natural en que nació (nació el 25 de diciembre de madrugada, o eso se sobreentiende, de manera que celebramos la cena de la víspera y la comida de tal día), la última noche y su cena del año y la comida del primer día del año.

- Las doce uvas de las campanadas de Nochevieja: Son tradicionales en España desde que, a principios del siglo pasado, en un año de una gran cosecha de vendimia, el excedente se aprovechó de la manera que cada persona pudo comer 12 uvas a la manera que hacemos hoy día -habiendo, por supuesto, mucho más excedente del que se necesitaba para ello-. Como aquel año la cosecha fue abundante, este ritual augura desde entonces buena suerte, dicha y abundancia.

*Dos raciones de doce uvas en sendos cuencos listas para ser consumidas en el ritual anual.

- Las campanadas desde la Puerta del Sol. Son las doce campanadas que desde tal plaza del centro de Madrid (y centro de España) se emiten tradicionalmente por TVE y que todos los españoles están invitados a ver desde sus hogares para celebrar el paso de un año a otro, pues son las doce campanadas de las doce en punto de la noche, momento puntual teórico en que se pasa de un día a otro y, siendo el último día del año, pasamos así también de un año a otro. Las uvas descritas anteriormente se consumen una a una, tragando cada uno las suyas campanada a campanada; uva por campanada. Si te da tiempo a hacerlo bien, sin atragantarte, se supone que vas a tener un buen año... Y tras este ritual todos los familiares se abrazan y besan uno a uno felicitándose el nuevo año. Muchos familiares que viven a distancia aprovechan para efectuarse llamadas telefónicas entre sí y felicitarse asímismo el año.

*Celebración tras las doce campanadas desde la Puerta del Sol, en Madrid, la nochevieja de 2018,

viernes, 12 de octubre de 2018

Día de la Hispanidad

12 DE OCTUBRE 

DÍA DE NTRA. SRA. DEL PILAR - DÍA DE LA HISPANIDAD


Hoy me he despertado tranquilo; me he levantado con buen pie. He dormido bien; me siento "Flex".
Es el contraste, porque ayer no tuve un buen día, sino todo lo contrario, bastante nervioso y muy "rebotón" con mis ideas que, de vez en cuando, me preocupan e intranquilizan.

Hoy es día doce de octubre, día de Nuestra Señora del Pilar y el día de la Hispanidad, día de nuestra fiesta nacional. Tal día como hoy, 526 años atrás, Cristóbal Colón y sus tripulantes a bordo de las tres carabelas "La Pinta", ¨La Niña" y "La Santamaría", divisó tierra en la actual isla de "La Española", consumando así el descubrimiento de nuevas tierras "indias", que poco después recibieron el nombre de "América", al constatar Américo Vespucio que se trataba de un nuevo continente y confirmando que nuestro planeta es una esfera -en lugar de plana como hasta aquel momento de la historia de la humanidad se consideraba, allá por finales del siglo XV y el comienzo de la Edad Moderna (caída del imperio romano de oriente, florecimiento de nuevas corrientes de pensamiento: el humanismo y sus nuevos ideales como el antropocentrismo y el heliocentrismo, etc..., y el novedoso estilo de arte del Renacimiento en que se plasmaban tales ideales)-.

*Por qué celebramos este día. Cómo surgió esta festividad.

Pero vamos a centrarnos en nuestro día, el día de la Hispanidad. Hoy, como todos los años, es fiesta solemne en todo el país. Y desde Madrid se emite, por TVE -Televisión Española-, una retransmisión especial desde el Palacio Real en que el rey preside un desfile de las Fuerzas Armadas y Ejército del Aire en el que se exalta la bandera y el himno de España. Todos los años lo vemos, pero hoy sin embargo, lo he visto medio dormido, echando cabezadas porque, a pesar que he dormido bien, tenía sueño. Hace años, en Benidorm, en mi época de organista en la A.R.C "La Barqueta", este día solía tocar y en una misa solemne en que el coro cantaba especialmente el himno a la Guardia Civil.

*Himno Nacional de España en el Palacio Real de Madrid.


Como ya he dicho en otra entrada, yo me siento muy contento de ser español, podría decir que orgulloso, aunque como cristiano no me gusta mucho emplear esta última cualificación, pero realmente, cuando alguien me pregunta mi nacionalidad, me gusta poder decir que mi país es España. Un país que desde el último cuarto del siglo pasado ha prosperado mucho desde los últimos años de la dictadura franquista, el advenimiento de la democracia y la entrada en vigor de nuestra actual Constitución de 1978 y el Estado de Derecho y las Autonomías. Más o menos desde que yo nací, en diciembre de aquel 78, España ha prosperado en la esfera política internacional y ha consolidado su progreso económico de manera que, aunque no formemos parte de un imperio como aquel tan poderoso que fuimos durante dos siglos -a partir del mencionado descubrimiento de América, año, aquel 1492, en que España se fundó como Reino y primera nación de la Europa moderna-, sí somos una de las diez principales potencias políticas y económicas en el panorama mundial actual.
No sólo por la condición político-económica, sino una gran diversidad de características que España lleva implícitas y por las que somos conocidos y apreciados en el mundo entero: nuestro clima, nuestra gastronomía, nuestras costumbres, nuestra historia, arte, música y folklore, nuestra geografía, nuestras playas, nuestra lengua común, el castellano -una de las más habladas y estudiadas en todo el mundo-, y la diversidad de nuestra cultura y modalidades lingüísticas y tradiciones regionales. Características todas ellas que hacen de nuestro país un lugar atrayente a multitud de turistas que nos convierten cada año en el segundo o tercer destino turístico más visitado en el mundo.

Por tanto, hoy puedo decir, que me siento bien y:

"Viva España y Viva el rey,
viva el orden y la ley".

*Celebración del Día de la Hispanidad, en Madrid, el 12 de Octubre de 2018.

viernes, 17 de agosto de 2018

¡A... Jugar!

TIEMPO DE JUEGO





Juegos y trucos de cartas, dominó, ajedrez y damas, backgammon, rummy, otello, damas chinas, parchís y oca, juegos de mesa (trivial, monopoly, entre muchos otros), juegos de dados, ruleta, bingo... son innumerables los juegos, en general, de sobremesa a los que me ha gustado jugar a lo largo de mi vida, especialmente durante mi infancia y adolescencia. 


Juegos de lápiz y papel, tales como el tres, cuatro o cinco en raya, "oso", los "barquitos", el "ahorcado", la "combinación secreta" (o "mastermind") y muchos más a los que jugaba cuando sólo tenía a mano tales instrumentos.



También otros juegos como las canicas, las chapas, los puzzles y rompecabezas, los palillos, el mikado, las tabas, los castillos de "tente", los soldaditos, los "clicks" de playmobil. Los "efectos dominó" con fichas de dominó o con naipes contrapuestos de pie de dos en dos. Las "torres" de cartas o de fichas de dominó o incluso de pesetas...


Otros juegos, de índole verbal, como el "veo-veo", los "disparates", el "teléfono estropeado", "beso-atrevimiento-verdad", "en mi maleta cabe...", "yo nunca..." 

Por supuesto, en este "tiempo de juego" también incluyo los juegos de movimiento corporal y actividad física, a los que todos hemos jugado en los tiempos de "recreo" en el colegio; tales como "a pillar", el "escondite", el "escondite inglés", las "cuatro esquinas", "polis y cacos", la "gallinita ciega", "las sillas y la música", "el corro de la patata", las "tinieblas" -cuando había la posibilidad de quedarse totalmente a oscuras- y tantos otros.


Y otros, también físicos, pero con algún tipo de objeto indispensable y característico, como la "comba", los "bolos", la "petanca", las "palas"; las "cuerdas de saltar con canciones" (como yo las llamo), juegos con una pelota o bola hinchable para el agua como "a-e-i-o-u", a "matar", etc., los de cubo y pala para jugar a "hacer castillos" u otras figuras en la arena húmeda de la playa...


También había otros, de exterior también, pero de diseño propio y variable como "esconder y encontrar tesoros" (generalmente con "mapas" e instrucciones como "pasos a dar en una u otra dirección", pistas para buscar en un sitio u otro la siguiente pista, etc. Éstos me gustaban mucho). 

Me dejo muchos por mencionar, pero es que la lista sería larguísima y sólo quería hacer un resumen de los principales de cada tipo, a manera de evocación de esos entretenidos momentos que todos hemos pasado con amigos, en familia e incluso solos aquellas tardes de verano durante la sobremesa, o en las horas de recreo del colegio, o simplemente a veces para "matar" el tiempo y el aburrimiento en ciertas ocasiones.

Click en este enlace para ver mis poemas "El Ajedrez" y "El Dominó", de mi blog de poemas y canciones.


JUEGOS "DE MESA"


Entre todos los tipos de juegos meniconados, hay uno del que he sido siempre aficionado y me han gustado de manera especia. Aquellos que, cuando se acercaba la época navideña, siempre ojeaba en los catálogos de oferta infantil y juvenil como regalos de Reyes. Me refiero a los popularmente conocidos como "juegos de mesa". Juegos que normalmente vienen presentados en una caja de buén cartón, en cuya tapa venía una foto del juego en pleno desarrollo jugado en familia o entre amigos. 

Su contenido material suele ser un tablero desplegable sobre el cual se representan casillas de colores con un fondo adornado con cosas del juego, muy visual y atrayente, las fichas de colores correspondientes a cada jugador, y muchas veces hay tarjetas en las que se lee una pregunta o prueba a acertar o superar, y a veces un pequeño reloj de arena para calcular el tiempo disponible para responder o resolver la cuestión. Luego, el resto de material suele ser propio y especial según el juego, amén del carácter de la pregunta o el tipo de pruebas a resolver. ¡Ah!, y por supuesto, un dado siempre en todos o casi todos los juegos o algún otro sistema para determinar el número de casillas a avanzar sobre el tablero o para determinar el número de pregunta de una misma tarjeta o cualquier otra circunstancia que haya que echar a suerte. 


*Tablero de un juego de TRIVIAL PURSUIT, el famoso juego de preguntas para poner a prueba los conocimientos generales de los jugadores. En la imagen también se puede apreciar apenas unos pequeños mazos de tarjetas -con las preguntas en un lado y las respuestas en el otro-, un dado y los "quesitos" característicos.

El objetivo de estos juegos y su dinámica suele ser similar: ser el primer jugador -o pareja o equipo- en llegar a una casilla de meta y así demostrar ser el mejor -o los mejores- entre los participantes en cierto aspecto o habilidad, ganando así la partida. A veces, en vez de casilla de meta, el objetivo de ganar se consigue quedándose el último en descartarse de unas tarjetas o deshaciéndose de cualquier otro tipo de objeto que se reparte en determinado número de unidades al principio de la partida, o consiguiendo una mejor puntuación al término de una serie de turnos o al agotarse un tiempo predefinido -la cual se ha ido sumando y acumulando turno tras turno-. 

Estos turnos o "bazas" se producen en un orden prefijado al comienzo del juego, o según la posición física de los jugadores -de forma que tras cada uno de ellos le sigue el que está a su lado, normalmente el de su derecha- y así sucesivamente y de forma cíclica. Habitualmente, cuando un jugador o equipo resuelve satisfactoriamente la pregunta o prueba en cuestión que se le(s) plantea en su turno, vuelve a repetir baza antes de cambiar al siguiente; otras veces, el error se penaliza con la inactividad en su siguiente turno, retrocediendo casillas o "pagando" de alguna manera.

Normalmente existen casillas o tarjetas especiales en las que se detalla algún tipo de premio o penalización como "adelantar" o "atrasar" un determinado número de casillas, cobrar o pagar dinero de la banca o de/a otro jugador, permanecer un número de turnos en tal casilla o hasta que pueda satisfacer una deuda, o hasta "que te rescate" otro jugador, o volviendo a la casilla de inicio o cualquier otra casilla especial. A veces te dan una serie de opciones de pago, cobro, prueba, etc. Las variantes y especializaciones de cada juego son como el tipo de juego mismo.

Y en cuanto a los temas sobre los que se fundamenta el juego son también muy diversos, pero voy a tratar de mencionar algunos:
  • Conocimientos y cultura generales (Trivial, etc.)
  • Finanzas e inversiones (Monopoly, Hotel, etc.),
  • Imperialistas o de expansión geográfica (Risk, Estratego, etc.)
  • Detectivescos o de resolución de misterios o crímenes (Cluedo, etc.)
  • Habilidades lingüisticas o numéricas (Scrabble, Tabú, Pasapalabra, etc.)
  • Habilidades espontáneas varias  (Pictionary, Party, Cranium, etc.)
  • Basados en programas-concurso de T.V. (Pasaplabra, Cifras y Letras, Atrapa un millón, etc.)
  • Psicológicos o intuitivos (Intuition, Compatibility, Escrúpulos).
  • Escabrosos, de humor negro o para adultos.
*Aspecto bastante común que puede presentar una partida de MONOPOLY 
(tablero y demás accesorios del propio juego, sin jugadores ni superficie).

Éstos son los tipos más habituales, o por lo menos los que ahora se me han ocurrido como más representativos. La verdad es que siempre que hay reuniones familiares, desde mi infancia, me ha gustado jugar a ellos. Son los tipos de juegos que siempre me ha gustado pedirme para reyes. No podía faltar dos o tres de ellos cada año, por esas fechas. Bien es cierto que tengo una gran familia y casi todos sus miembros o parejas adultas siempre han solido hacerme "su" regalo en tales fechas (en las que, además se da la proximidad de mi cumpleaños, cerca del día de Navidad -19 de diciembre-). 


JUEGOS DE CARTAS

No podía dejar de hacer una descripción más detallada de este tipo de juegos, los que se juegan con las "cartas", cuyo origen no estoy seguro pero me imagino que debe remontarse bastantes siglos atrás.

Las denominadas "cartas" son, como su nombre indica, unas piezas regulares (del mismo tamaño para todas las de la misma "baraja" -que es como se llama un juego de cartas completo-) de cartón, cuyo tamaño variable se aproxima al de un "din-A7" (octava parta de una hoja convencional, resultado de dividir la hoja por la mitad tres veces). Se asemejan materialmente a tarjetas de visita convencionales, aunque se diferencian de ellas en que su contenido se visualiza adoptando una posición vertical -en vez de horizontal- y, además, suelen presentar sus cuatro bordes ligeramente redondeados (para facilitar su manejo en el juego).

Existen diferentes tipos de barajas de cartas según las distintas tradiciones de ciertos países. Las que yo conozco son las que podemos encontrar en el ámbito occidental (Europa occidental y Norteamérica), y son las tres orígenes:
  • La baraja española (formada por cuarenta cartas; diez para cada uno de los cuatro "palos" -oros, copas, espadas y bastos-, que tradicionalmente han recibido la denominación de "naipes").
*Los 40 naipes de la baraja española, con los cuatro palos ordenados del as al rey. 
  • La baraja francesa (formada por cuarenta y ocho cartas; doce para cada uno de sus cuatro "palos" -corazones, diamantes, tréboles y picas-).
  • La baraja americana -realmente "norteamericana"- (formada por cincuenta y cuatro cartas; trece para cada uno de sus cuatro palos, los mismos que la francesa, más dos "jokers" -comodines-). 
*Las 52 cartas de la baraja americana (en vez de 54, porque sólo se muestran los cuatro palos ordenados del as -A- al rey -K-).

Con este material, una baraja de cartas completa, sea de donde sea (siempre que no haya duda en el valor de las cartas cuyo contenido es una figura), ya podemos jugar con ellas al amplio abanico de juegos creados para tal fin a lo largo de, como ya he dicho, su dilatada historia. 

Aunque a muchos de los juegos de cartas se puede jugar indistintamente con las barajas de un origen u otro, añadiendo o quitando cierto número de cartas, la mayoría de ellos han sido diseñados para ser jugados con la baraja del ámbito respectivo. Yo, personalmente, conozco algunos de los juegos más populares para la baraja española y la americana, los cuales me dispongo a enumerar a continuación.   


Juegos de naipes (cartas de baraja española):

Los juegos para baraja española más populares, a los que debo haber jugado cientos de veces a muchos de ellos, son: 
  • Mus, 
  • Tute (con sus diversas variantes -habanero, arrastrado, etc.- y derivados -brisca, pocha-),
  • Escoba,
  • Mentiroso,
  • Pumba (llamado a veces, muy vulgarmente, "hijo puta",
  • Bomba,
  • Cinquillo,
  • Chinchón,
  • Parejas,
  • Burro,
  • Siete y medio,
  • Reloj,
  • Culo,
  • ...
*Mano de cartas ideal en mus: tres grandes y un pito ("solomillo", la mejor jugada).

Juegos de cartas americanas:

Juegos de cartas para baraja americana, típicos del nuevo mundo, no conozco tantos. Sólo puedo mencionar los tres siguientes, aunque yo sólo he jugado a los dos primeros (al primero sí que puede que haya alcanzado o cerca de un centenar de veces:
  • Póker,
  • Black Jack,
  • Bridge,
  • ...
*Mano ideal en el póker: la "escalera real de color" (A-K-Q-J-10).






lunes, 4 de junio de 2018

Etimología

EL ORIGEN DE LAS PALABRAS

-Jugando con Letras-


Desde que el hombre es hombre, he aquí que surgió el lenguaje hablado mediante palabras -y su posterior codificación con letras o fonemas (o cualesquiera otros signos escritos u orales)- para designar ideas, conceptos o cosas, que de forma innata apareció como necesidad de ordenar su pensamiento y poder comunicarse con sus semejantes.  


Un poco de especulación ancestral

Así, nuestros primeros ancestros, fueron transmitiendo estos signos -al principio, orales; posteriormente, dejando constancia escrita, al principio con cuñas raspando tablillas de arcilla (escritura cuneiforme), posteriormente en papel (papiros), actualmente incluso por medios telemáticos, tecnológicos e informáticos- de generación en generación, como instinto intelectual y propio y exclusivo de nuestra especie, para designar objetos y acciones de primera necesidad en la vida cotidiana. de manera que era posible la comunicación de mensajes cada vez más complejos que los diferenciaban, por ejemplo, de los sonidos naturales vocálicos que el resto de animales emitían como respuesta a sus instintos inmediatos.

Como es lógico suponer, era ésta una manera de comunicarse ideas mediante las "palabras" que debían ser en un principio, un grupo de sonidos vocálicos -y/o consonánticos- que en una determinada tribu o clan -en que convivían y se relacionaban de forma socialmente diferenciada a otros tales- se transmitían de padres a hijos. Así, estas "palabras" -que se iban forjando con el uso habitual que se precisaba de las mismas para comunicarse lo que había que hacer, cómo, con qué, etc.-, lógicamente, debían "heredarse" de forma tradicional inherente a un grupo humano habitante de una determinada zona geográfica por multitud de factores -y así podemos hablar de circunstancias culturales e históricas (e, inevitablemente, económicas y políticas) que van definiendo a las razas, culturas y civilizaciones, imperios y naciones que han ido emergiendo y desapareciendo a lo largo de la historia de la humanidad-. 

La Lingüística.

Convergen en el estudio del origen del lenguaje humano muchas disciplinas del saber, y se puede hacer un análisis del mismo en función de multitud de enfoques: historia, geografía, estudio de las culturas, las costumbres, las civilizaciones, los grupos étnicos, la sociedad, la economía y la política (por citar algunos).

Vamos a centrarnos en el clásico enfoque histórico (temporal) y geográfico (espacial) para atender al puramente lingüístico. Si bien la Biblia nos dice que fue la ambición de saber del hombre la que, en el episodio de la torre de Babel (que debía ser un zigurat mesopotámico), provocó la ira de Dios confundiendo y diversificando las lenguas en el mundo que, hasta ese momento, eran una sola; desde mi opinión personal, pienso que, más bien, esta diversificación debió ser gradual y paulatina (no repentina).

El Indoeuropeo.

*Mapa de las familias de lenguas del mundo (El indoeuropeo sería el origen común de todas las lenguas representadas en color rojo).

Todos los lingüistas están de acuerdo en asumir que todas las lenguas de la placa continental euroasiática -con escasas excepciones, entre las que están el euskera y dos o tres más- responden a un prototipo de lengua común a todas ellas que han venido a llamar "indoeuropeo". Esta protolengua, una lengua imaginaria que sería la raíz común a todas las lenguas que se extienden desde Finisterre hasta el Indo (desde Portugal hasta la India), habría sido "hablada" -con sus muchas variantes espaciotemporales- hace entre 4.000 y 6.000 años. Las lenguas más habladas, conocidas y estudiadas en el mundo -a excepción de las lenguas tribales de África e indígenas de América y las escasas excepciones euroasiáticas antes  referidas- comparten rasgos que responden a ese origen lingüístico común.

La Escritura.

Un paso más en la evolución humana como especie y en su historia, es la aparición de la escritura. De hecho, hablamos realmente de "historia" cuando ya nos basamos en testimonios de documentos escritos para saber qué hizo el hombre a partir del mismo momento en que aquella apareció. Por ello, la Historia propiamente dicha comienza en la época en que datan estos primeros testimonios escritos. Antes de este hito, hablamos de Prehistoria.

¿Y cómo surgió la escritura? 

La utilidad que lógicamente debía tener la escritura y, por tanto, la necesidad de su invención, debía ser la de dejar constancia de un mensaje que no se podía transmitir por vía oral; bien por estar distanciados emisor y receptor en el espacio (y ser enviado el mensaje en su soporte mediante mensajeros a su destinatario) o incluso en el tiempo (dejar constancia para que un lector futuro, quien quiera o cuando quiera que fuese, pudiese acceder al pensamiento del emisor). Es esta última utilidad diacrónica de la escritura para la transmisión de mensajes en el tiempo la que, evidentemente, debió motivar a los historiadores consensuar que la aparición de la escritura signifique el comienzo de la historia (pues son las primeras palabras que han sido grabadas y que han podido perdurar en el tiempo; sin la tergiversación que, inevitablemente, sufren los mensajes por tradición oral).

Religión y Escritura. Lenguas Sagradas. El Sánscrito.

Inherente a los primeros documentos escritos es la literatura religiosa. El hombre, tan pronto como inventó sus primeros sistemas de escritura, aprovechó esta herramienta para transmitir sus ideas de generación en generación, siendo las religiosas aquéllas cuya necesidad de transmisión era de primer orden, dada su trascendencia (nunca mejor dicho). 

De hecho, las tablillas de arcilla sobre las que apareció la "escritura cuneiforme" (detallada en el siguiente apartado), además de ser el primer soporte de escritura conocido, se trata del que se hizo uso en la tierra de Mesopotamia (entre los ríos Tigris y Éufrates, pues de ahí su nombre "meso-pótamos", -"entre aguas" o "entre agua y agua" sería traducción fiel-. Dichos ríos desembocan muy cerca el uno del otro, en el actual golfo Pérsico, extendiéndose hacia el oeste), y ésta, no es otra que la zona del planeta de donde fue oriundo el primer Patriarca del Antiguo Testamento, el padre de los creyentes y del pueblo de Israel: Abraham.

Los primeros textos que posteriormente conformaron la Biblia debieron dejarse plasmados pues, sobre este tipo de tablillas. 

Escritura Cuneiforme.

El soporte de los primeros documentos escritos de los que tenemos constancia son tablas de arcilla compacta sobre las que, con una especie de cuña, se punzaba para dejar impresos ciertos signos (que denotan que su ejecución hubo de ser de esta manera). De ahí que se le llame "Escritura Cuneiforme". Al quedar completamente seca el arcilla, los signos en ella grabados quedan prácticamente inmortalizados.

Por cierto, y empiezo ya así a exhibir mi habilidad de deducir el origen de palabras; en este caso, el de un término: "acuñar" (en sentido figurado), significa "patentar" una palabra, un nuevo término, dar un nombre a algo por primera vez. Pues bien, estoy seguro de que se emplea para esta idea la palabra "acuñar" porque de esta manera, acuñando, es como se plasmaban las primeras palabras escritas por nuestros ancestros.

*Es la escritura cuneiforme denominada como tal atendiendo al criterio según el soporte sobre el cual se representa la palabra escrita; pero, a continuación, paso a describir brevemente dos tipos de escritura para cuya denominación se ha atendido al criterio según lo que los signos escritos representan: la jeroglífica y la alfabética.

Escritura Jeroglífica.

Es la escritura propia del antiguo Egipto, el de la época faraónica. Se trata, pues, de un tipo de escritura que perduró durante varios milenios, cuyos orígenes se deben remontar a hace casi 5.000 años.

Los jeroglíficos eran representaciones pictóricas que simbolizaban acciones, ideas, personas o cosas. Abundaban en las pirámides y demás monumentos funerarios que los egipcios construían a sus faraones. Más que simples grafemas, eran casi dibujos; debía haber una gran cantidad de "dibujos" diferentes para cada idea o cosa, cuya interpretación debía ser lógica pero su elaboración lenta y compleja. No había código, sino que su elaboración debía ser arbitraria y dejada al contexto que el lector debía previamente conocer para la interpretación de tales signos.

El Alfabeto.

"Alfabeto" es una palabra compuesta de dos vocablos que aluden a la primera y segunda letras del sistema de grafías que simbolizaban a cada sonido de la lengua griega clásica: Alfa (que dio origen a nuestra "A") y Beta (a nuestra "B"). El alfabeto griego es el origen del posterior adoptado por los romanos, y sentó las bases del alfabeto que tenemos en común, con pequeñas diferencias, todas las lenguas de nuestra cultura y civilización occidental. El alfabeto del griego clásico procede a su vez del de otras lenguas coetáneas o anteriores; sobre todo del fenicio. El alfabeto más antiguo conocido es quizá el del sánscrito, lengua más antigua de textos religiosos por excelencia.

*Cuadro comparativo de la evolución del alfabeto del cananeo al fenicio, y de éste al griego.

El alfabeto es la lista ordenada de grafías que simbolizan cada una a un fonema de una lengua determinada. ¿Qué es un fonema? (de "phonos" -sonido o voz, en griego-). "Fonema" es un sonido concreto diferenciado de otros mediante discriminación de rasgos distintivos. En otras palabras, es un sonido que es esencialmente necesario distinguir entre otros para ascociarlo a una letra (grafía) concreta de un alfabeto. 

Así pues, el alfabeto es la lista ordenada de las letras o signos gráficos de las que nos servimos para formar palabras escritas y articular nuestro lenguaje escrito. Es el código que reduce a escasamente 30 signos diferentes (en español, 28; en griego clásico eran 24) que representan a otros tantos sonidos susceptibles de ser diferenciados en una lengua concreta.

Las lenguas clásicas. El origen de nuestra cultura occidental.

-Griego-


Como he señalado anteriormente, el griego clásico es la lengua que ha cimentado las bases del alfabeto y gran parte del léxico de cualquier lengua de hoy en día -al igual que ocurrió con el arte, las ciencias, el pensamiento, el sistema político y todo lo que envuelve a la cultura de esta civilización de la antigüedad clásica, de la que nuestra cultura actual occidental es el producto de su natural evolución en Europa desde hace unos 3.000 años-.

Los helenos eran los antiguos griegos (Grecia era la "Hélade"; de ahí el imperio heleno y el helenismo). El Helenismo es el nombre que recibe el arte y la cultura en general que se prodigó por influencia del imperio heleno en la época de su máximo esplendor, allá por los siglos V y IV antes de Cristo (época del emperador Alejandro Magno y los grandes filósofos -Sócrates, Platón, Aristóteles-). Son los siglos de la Grecia clásica. De ahí que a la lengua griega de este período y a la coetánea latina -la del imperio romano, que sucedió al heleno como gran poder político en el Mediterráneo- se les haya catalogado tradicionalmente como las "lenguas clásicas" por excelencia.

Grecia y Roma sentaron conjuntamente las bases de la cultura actual occidental. Grecia fue la piedra angular. Los romanos copiaron y asimilaron la cultura griega.

-Latín-

Pero Roma no sólo copió, sino que asimiló eficazmente toda la cultura helena y la romanizó, haciendo perdurar esta tradición grecorromana hasta su desaparición como imperio (caída del imperio romano de oriente -Constantinopla- en 1453).

Así, la lengua latina ha sido la que, después de recibir la influencia griega, y en gran medida gracias a la Iglesia, ha podido mantenerse viva todos esos siglos hasta que en el XV, con la desaparición del imperio y la llegada del Renacimiento y el humanismo -como nuevas corrientes artística y de pensamiento, respectivamente- y el surgir de los estados nacionales de la Europa de la nueva edad moderna, empezaron a divulgarse, independizándose definitivamente del latín, las nuevas lenguas vernáculas procedentes de aquélla (español, francés, italiano, portugués, etc.).

Pero el latín continuó empleándose como lengua oficial del culto religioso y litúrgico en la Iglesia hasta tiempos recientes, pues, como bien sabemos, nuestros padres solían aún oír misa en esta lengua hasta que el Concilio Vaticano II (1967) permitió las lenguas modernas en las celebraciones eucarísiticas. (De ahí la importancia que tenía la enseñanza del latín en la escuela hasta mediados del siglo pasado).

Las lenguas actuales. Familias de lenguas. 

Actualmente, aquellas lenguas procedentes del latín pertenecientes a los diversos países que se fueron conformando como estados modernos en Europa a partir de finales del siglo XV -el primero fue España, en 1492, a partir de la unificación de las Coronas de Castilla y Aragón en el Reino de España- (como hemos mencionado: el español, el francés, el italiano y el portugués y otras minoritarias de tales países, que se hablaban en regiones concretas de ellos, como el catalán -en parte de la antigua Corona de Aragón-, el occitano -o lengua d'Oc, en el sudeste de Francia- y otras) fueron evolucionando hasta ser lo que son hoy en día. 

Se debe señalar que todas éstas ya se habían ido formando como dialectos del latín. El español (en un principio llamado "castellano" y aun hoy en día, pues antes de la unificación con Aragón en el actual "Reino de España" por los Reyes Católicos en 1492 -como ya he señalado- era sólo lengua propia del Reino de Castilla), por ejemplo, se formó en la zona de Cantabria, así como el gallego-portugués lo hizo en Galicia, el aranés en el valle de Arán y el catalán y sus dialectos -valenciano, mallorquín...- se originaron en la zona norte de Cataluña. Todas estas lenguas romances -del latín, lengua oficial del imperio romano- se formaron en dichos territorios hace ya más de 1.000 años, a juzgar por los testimonios de documentos escritos que se han hallado en códices, glosas y otros documentos de la literatura castellana, gallega y catalana antiguas, cuyas primeras manifestaciones en todas estas lenguas peninsulares son de finales del primer y comienzos del segundo milenio de nuestra era.


Así, pues, podemos hablar de una gran familia de lenguas en la actualidad: las lenguas romances (las procedentes del latín, las anteriormente aludidas más el rumano en Rumanía y el romanche en Suiza).

Otras dos familias de lenguas -no menos importantes- de Europa, son:

- las lenguas germánicas: alemán, inglés, holandés, flamenco, noruego, sueco, danés, etc.
- las lenguas eslavas: ruso, serbo-croata, esloveno, eslovaco, polaco, búlgaro, etc.

Nuestra lengua: El Castellano o Español.


El castellano tuvo su origen en la evolución del latín vulgar que se hablaba en la zona de Santander a partir del siglo IX ó X, cuando los cristianos de toda la Península -que hablaban un latín vulgar, propio del ejército romano al invadirla siglos antes e incorporarla a su imperio- se replegaron hacia el norte de la misma ante la invasión musulmana proveniente del norte de África a partir del año 711.

Desde Santander, el castellano se fue extendiendo en forma de cono invertido hacia el sur, a medida que los cristianos -que hablaban aquel latín vulgar que ya empezaba a tener características propias diferentes del latín original- comenzaban el proceso de la Reconquista. Así, siguiendo esta orientación de "cono invertido" hacia el sur, los cristianos que hablaban esta nueva lengua -ya diferenciada del latín- fueron conquistando las zonas de la hasta hace poco Castilla-la Vieja y posteriormente Castilla-la Nueva, de ahí que a la nueva lengua se la llamase "castellano" y a estas zonas de la península "Castilla", puesto que estos cristianos iban ganando dichos territorios a los musulmanes poco a poco, a lo largo de ocho largos siglos de Reconquista, y en cada territorio conquistado construían castillos que a su vez, servían de fortaleza de defensa contra los "moros".

Así, a base de ganar territorio a los musulmanes, batalla tras batalla, los cristianos que hablaban nuestra incipiente lengua iban extendiendo el uso de ella, asentándose por las actuales tierras castellanas de ambas mesetas del centro peninsular, dando lugar a la tierra y el Reino de Castilla. Hasta que, tras casi ocho siglos de Reconquista, los cristianos lograron ganar a los moros hasta su último reducto en Granada, cuyo reino musulmán fue despojado por los castellanos cristianos el 2 de enero de 1492.
Ese mismo año, además, fueron expulsados los judíos de la península y Cristóbal Colón, al mando de tres naves, descubrió América, atribuyendo dicha hazaña a los Reyes Católicos -Isabel de Castilla y Fernando II de Aragón-, que habían contraído matrimonio algunos años antes, uniendo ambos reinos, Castilla y Aragón, en uno solo: el actual Reino de España, que se estableció definitivamente como tal aquel año de 1492, una vez conseguida la unidad cristiana en todo el territorio que hoy conocemos como España.

*Historia del origen de la lengua castellana.

Origen de algunas palabras de nuestro idioma.


Nuestro idioma, a lo largo de su evolución, ha recibido la influencia de otras con las que ha compartido su existencia en los territorios en donde se iba difundiendo. Las lenguas en contacto influyen unas sobre otras de manera que los avatares de la historia y las circunstancias sociales, comerciales, etc., provocan inevitablemente más o menos cambios en una lengua de generación en generación.

El castellano, como sabemos, proviene del latín, pero se trataba de un latín vulgar que los guerreros romanos hablaban fruto de los cambios que aquella lengua iba sufriendo conforme recibía influencia de palabras, expresiones, etc. de los pueblos vencidos que encontraban a su paso. Este latín ibérico se habló en la península, con sus variantes geográficas. Sufrió las invasiones, primeramente, de los suevos, vándalos y alanos, procedentes del norte de Europa. Más tarde, de los visigodos, cuya influencia en aquel latín dejó un importante sobrestrato*1. A comienzos del siglo VIII, los musulmanes procedentes del Norte de África empiezan a invadir la península por el sur de la misma; es entonces -como antes he apuntado- cuando los cristianos que hablaban el latín heredado emigraron progresivamente al Norte de la península, quedando casi toda ella -excepto el norte- invadida por los moros.

Desde el Norte, se originaron y empezaron a difundirse todas las lenguas peninsulares de hoy en día, extendiéndose hacia el sur, conforme los cristianos reconquistaban territorios a los musulmanes. En Galicia, el latín evolucionó hacia el gallego (que extendiéndose hacia el sur, dio lugar a la lengua que hoy se conoce como portugués); en Asturias, al asturianu y sus bables actuales; en el valle de Arán, el aranés; y en Cataluña, el catalán que, extendiéndose hacia el sur, se estableció también su uso en las actuales Comunidad Valenciana e Islas Baleares -además de en otras pequeñas zonas-.
En Cantabria es donde el latín vulgar del siglo X allí hablado empezó a evolucionar hacia nuestra lengua castellana, extendiéndose, como ya he descrito, hacia el sur, imponiéndose a las demás nuevas lenguas que se iban propagando en esta dirección durante los siglos de Reconquista, siendo la lengua que llegó a abarcar casi todo el territorio peninsular (exceptuando los de alcance de las lenguas descritas anteriormente).

El castellano, al provenir directamente del latín, es una lengua cuyas sus palabras proceden en su mayoría de aquélla, y sus componentes gramaticales son muy similares a los de las demás lenguas romances. Sin embargo, a lo largo de sus más de 1.000 años de evolución (desde la aparición de los primeros indicios históricos de nuestra lengua como tal, en las denominadas glosas silenses y emilianenses, las "jarchas" -pequeñas notas en castellano escritas en los márgenes de poesía árabe, explicativas de ésta-), los avatares históricos han dejado huella en ella a través principalmente de esos largos siglos de ocupación musulmana en la Península (unas 8.000 palabras de nuestra lengua española actual proceden del árabe).

Una vez desterrados los musulmanes (o convertidos al cristianismo) en 1492, desde que España se constituyó como tal hasta el día de hoy -el primer Estado moderno de Europa-, la lengua castellana -o "español"- ha sufridos tantos cambios como los que se pueden observar desde aquella primera Gramática Española de Elio Antonio de Nebrija -publicada, precisamente, en 1492- hasta la lengua española que hablamos en nuestros días. En los siglos XVIII -época de la Ilustración francesa- y XIX, recibió muchos galicismos (neologismos de origen francés), por la época de esplendor que culminó con el Rey Sol Luis XVI y la posterior revolución francesa y época napoleónica. Ya en el siglo XX, con los nuevos medios audiovisuales de comunicación y el cine, proliferaron los préstamos del inglés; y a través de las nuevas tecnologías, hasta el día de hoy, bien entrado ya el XXI.


-DEL GRIEGO-

Biblia (libros), -Teca (depósito), Biblioteca (depósito de libros), Helio- (Sol), Geo- (Tierra), Sélene (Luna), Ántropos (hombre), Gine (mujer), -logos (Ciencia, razón). -lego (palabra), Morfos (forma), Mono (uno), Poli (varios, muchos), Homo (mismo), Hétero (otro, diferente, diverso), Tele- (remoto), Foto- (Luz, imagen), Fono (Voz, sonido), Grafía (Dibujo), Paleo- (Antiguo, viejo), Neo- (Nuevo, joven), Lito- (Piedra), Mega- (Grande), Giga- (Gigante), Cronos (Tiempo), Topo- (Lugar), Cromo (Color), Sin- (Junto a, con), Dia- (A través de), Eu- (Bueno), Caco- (Malo), Trofos (Alimento), Auto- (a sí mismo, por sí solo), -Filia (Afinidad, amistad), -Fobia (Repelencia, enemistad), Demo- (Popular), Teo- (Dios), Anfi- (Ambos), Gastro- (Estómago, vientre), Optos- (Ojo), Bio- (Vida), Tánathos (Muerte).

-DEL LATÍN-

España, Barcelona, Torrijos, Tabla, Ciudad, Pueblo, Leer, Contar, Letra, Número, Libre, Siervo, Hijo, Padre, Madre, Palabra, Pan, Cuerpo, Hombre, Monte, Frente, Pie, Diente, Campo, Tierra, Orar, Ver, Ser, Haber, Amar, Gozar, Decir, Escribir, Sentir, Vivir, Cantar, Reír, Llorar, Pulsar, Llamar, Higo, Semilla, Flor, Pez, Toro, León, Saeta, Cabra, Cangrejo, Docente, Discente, Virgen, Vulgar, Fe, Lecho, Pecho, Techo, Hecho, Diestro, Siniestro, Oriente, Occidente, Día, Noche.    

-DEL ÁRABE-

-Agricultura: Arroba, Algarroba, Alcornoque, Albaricoque, Almendra, Alubia, Abeja, Abeto, Abedul, Acacia, Aceite, Ácido, Agua, Alfalfa, Aljibe, Agrio, Amargo, Almeja, Alpiste, Alga, Berenjena, Berberecho. 

-Varios: Albufera, Aldea, Alcázar, Alminar, Almadraba, Ajedrez, Ajuar, Alfiler, Alfombra, Albóndiga. Alcalde, Alférez, Alguacil, Alcaide, Algoritmo, Álgebra, Algarabía, Bereber

-Topónimos: Albacete, Albatera, Albaicín, Alcarria, Alcalá, Alcira, Algar, Albarreal, Alcántara, Alpujarras, Almería, Alhambra, Albarracín, Almansa, Almusafes, Almoradí, Alcobendas, Alcorcón, Algeciras, Altea, Alcaudete, Almagro, Alcolea, Almuñécar, Argelia, Benejúzar, Benisa, Benidorm, Benicásim, Beniardá, Benifato, Benichembla, Benicarló, Benimantell, Benimagrell, Benijófar, Benalmádena, Guadalest, Guadalupe, Guadalquivir, Guadiana, Guadix, Guadarrama. 

-DEL FRANCÉS-

Palé, Jamón, Tren, Avión, Mesón, Hotel, Fin.   

-DEL INGLÉS-

Cassette, Carné, Internet, Deporte, Fútbol, Tenis, Voleibol, Gol, Set, Kit, Sándwich, Bar, Gay, Raqueta, Pádel, Bádminton, Fax, Chat, Gofre, Barbacoa, Hamburguesa. 



martes, 22 de mayo de 2018

Numerología

LA MAGIA DE LOS NÚMEROS

-Jugando con Cifras-


Las matemáticas son muy sinceras; nunca fallan. Y es cierto que, escudriñando con operaciones tan sólo aritméticas algunas combinaciones con ciertos números simbólicos, la ciencia exacta es testigo de infinidad de maravillas. 
No se trata ya, pues, de la magia, sino de las maravillas que nos revelan las matemáticas y los números. Si la ciencia exacta, desveladora de toda mentira o error, nos habla de maravillas numéricas, ¿cuán maravillosa será pues la realidad del Cosmos, y la verdad última?

Empecemos a contar: 1,2,3...

Si empezamos a contar, ya con los tres primeros números de nuestro sistema métrico decimal (numeración árabe) podemos darnos cuenta de las analogías que se establecen entre éstos y la Santísima Trinidad cristiana. Las verdades cristianas -como cualquier religión- son siempre un misterio tan sólo escrutable con los ojos de la fe, y la Trinidad es precisamente uno de los grandes misterios verdaderos de nuestra religión. Los números no podrán, por tanto, darnos la fe -don gratuito de Dios al que la busca de corazón-; pero lo que sí pueden darnos los números es la certeza lógica admirable de lo que la fe profesa. 

Empecemos a contar...

(Cabecera del programa-concurso de T.V.E. durante sus 3ª Y 4ª etapas, en 1983 y 1984)

1,2,3... No responda usted otra vez todavía; seguiré yo hablando.
¿Por qué cuándo empezamos a contar o a hacer una enumeración simple de cosas básicas o a tener en cuenta, a menudo ésta es de tres supuestos, ideas o cosas?, ¿cuántas veces decimos?: una, dos y tres... se acabó; o, "te cuento hasta tres y me voy", o "a la de una, a la de dos y a la de...". La lista de maravillas que encierran sólamente estos tres números da qué pensar que, si el número 3 es el simbólico de la Cristiandad, por algo será.

Jesús murió en el Gólgota contado entre tres "malhechores" -Él no lo era; se "hizo" maldición por nuestra salvación- con sus respectivas tres cruces. Al tercer día resucitó; curiosamente no a las 72 horas (tres días completos), sino a las 36 (tres mitades de día: 3x12=36); al menos eso se deduce científicamente de lo que la Sábana Santa de Turín es prueba patente e irrefutable. El primer segundo del primer minuto de la hora 37 después de su expiración y muerte, fue el primer instante en su vida como resucitado (no el de la hora 73, caso de haber permanecido tres días completos muerto antes de resucitar).
Jesús expiró a las 3 horas p.m. del viernes y el momento de su resurrección se debió producir -a tenor de la Santa Síndone, en la cual su figura quedó grabada a fuego producto de una radiación- a las 3 a.m. del domingo.
A  los 30 años, aproximadamente, comenzó su vida pública, la cual duró unos 3 años, muriendo hacia los 33 años y aproximadamente un tercio de año (considerando que nació el 25 de diciembre y muriera al inicio de la primavera, o sea, en la Semana Santa).
Tres veces le negó Pedro; tres veces seguidas, más tarde, le dijo que le amaba.
Tres Magos de Oriente le visitaron siguiendo su estrella; tres regalos le ofrecieron recién nacido.

Muchas más señales adornan la vida de Jesús con el número 3 de referencia. Pero la más sublime de todas, pienso, a nivel teológico -más aún que el hecho de resucitar al tercer día-, es el misterio mencionado de la Santísima Trinidad. Como su nombre indica, ésta es una unidad de tres. Tres personas en un solo Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Dios Padre es la primera persona; Dios Hijo, la segunda; y Dios Espíritu Santo, la tercera.

1 + 2 = 3

1(El Padre) + 2(El Hijo) = 3(El Espíritu Santo)
El Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo.

"El Padre y el Hijo son Uno" ("El Padre y Yo somos la misma cosa")

1 + 1 = 1
1 + 2 = 3

1 = 1 = 1
1 = 2 = 3

La suma y el producto de estos tres primeros dan de resultado = 6. Así pues:

1 + 2 + 3 = 6_
                       \
                        > 1 + 2 + 3 = 1 x 2 x 3. La suma de esta terna es igual a su producto. 
                    _ /
1 x 2 x 3 = 6  

6 y 7: La perfección humana y divina


Llegamos así al número 6, sumando o multiplicando los las tres primeras unidades. Sí, el 6 es un número de hombre; y el 7, de Dios. El 6 es el número de la perfección del ideal humano griego, así como el 7 es el de la perfección de los hebreos en su búsqueda de Dios.

Los griegos establecieron el 6 como patrón de proporción para sus esculturas humanas: La cabeza -por excelencia, el miembro corporal característico de la especie humana, por su inteligencia- debía medir un sexto del total del cuerpo humano. 

Hay mucha más simbología entre el 6 y la razón: el 6 es un número muy divisible (entre 1, 2, 3 y 6); es la amalgama de lo binario y lo ternario. En música, es muy común el ritmo binario de subdivisión ternaria (con lo que tenemos seis subdivisiones por compás), y antes, en el canto gregoriano y los inicios de la polifonía, a comienzos del segundo milenio de nuestra era, esta combinación rítmica era considerada la "medida perfecta". 

Tres son los colores primarios (amarillo, rojo y azul), con cuyos complementarios (naranja, violeta y verde) tenemos 6 colores básicos (los del arco-iris). Si disponemos estos colores en una escala circular, en torno a un eje, y lo hacemos girar, al moverse rápidamente los colores y "mezclarse" entre sí se obtiene el efecto de un blanco constante (durante el tiempo que dure el movimiento giratorio).

El hexágono es la única figura regular geométrica (de seis lados iguales), la cual, al disponer uno contiguamente a otro formando un círculo hasta volver a tocar el primero, se obtiene un círculo de seis hexágonos en cuyo centro encaja exactamente (el espacio interior es de) un hexágono igual (de las mismas proporciones, la misma medida cada lado) a cada uno de los anteriores. 
Lo mismo ocurre con cualquier figura regular con la que sigamos el mismo proceso descrito al hexágono anterior: en el centro queda un hueco exacto para que encaje una figura exactamente igual que cada una de las seis exteriores (como por ejemplo, como mi padre me enseñó siendo yo niño, con una moneda -él lo hizo con una de nuestras antiguas pesetas rubias-)

Lo anterior me hace pensar que entonces, necesitamos una séptima unidad que encaje, una, y de sentido a las seis que forman el exterior; una interior que es el centro, responsable de la unidad; pero entonces, una unidad formada por siete miembros iguales, en la que la séptima es la base y piedra angular del comjunto. Un núcleo y seis satélites, idénticos los siete, formando un todo. Lo visible, las seis unidades, son los hombres (la perfección humana); lo invisible, pero se hace complementario y necesario para comprender el todo, siendo a la vez su centro, es Dios, y Él es, a su vez, el conjunto del 6+1 (7). Pero ese 7, no se llega a ver patente, pero su centro latente es lo que lo hace real, el todo. El (+1) y el 7 total es el motor inmutable.

He aquí que el número 7 es, desde tan antiguo como a la luz de la tradicción bíblica se puede presagiar, el número de la perfección divina para los hebreos, el pueblo de Dios. 
El 7 es el número de la totalidad, de la perfección, de lo incontable, de la infinitud, de la eternidad, de Dios. 

Los días de la semana

Ya desde el Génesis, primer libro de la Biblia, en sus primeros capítulos, se relata la Creación del Cosmos en un proceso de siete días de acción creadora (una semana), entre los cuales, en el sexto, Dios crea a su criatura predilecta, la especie humana, como soberana y señora de todo lo creado, para administrarlo con su ayuda y vivir feliz eternamente con Él. 
Y vio Dios que todo era bueno, muy bueno, y el séptimo día descansó. El séptimo día fue santificado, para el descanso, en honor a nuestro creador, al igual que Él descansó ese día, y disfrutar con Él, tras el trabajo semanal, y celebrarlo en un canto de júbilo con toda la creación. 

Jill Johnson canta "Kärleken Är" -Amor eterno-, canción que interpretó en Eurovisión en 1998 representando a su país, Suecia.

Recomiendo en este punto escuchar "Kärleken Är" (Esto es el amor, Eternal Love o "Dios está aquí" -ésta última es mi propia versión lírica en español de esta bella canción-) y ver la traducción al inglés del original sueco, o directamente mi versión mencionada, en nuestro idioma. (Todas estas versiones y traducciones se pueden escuchar y leer a través de mi blog de poemas y canciones, en la entrada "Dios está aquí" -título de la versión en español creada por mí-). 

El 7 es también, como he señalado, el número de la totalidad, de lo máximo y de la perfección divina para los hebreos. La Biblia refleja muchos pasajes en que el 7 es el protagonista. Es el número sagrado en la religión Judía:

"Siete días duró la creación, y el séptimo Dios descansó y lo santificó"
El sueño del faraón de las siete vacas lozanas y las siete flacas. Y la consiguiente interpretación de José de que sobrevendrían en el país de Egipto siete años de abundancia y siete de escasez.
Los hijos de Jefté, entre los cuales, el menor y el séptimo era David, que llegó a ser rey de Israel, que venció admirablemente a Goliat y escribió maravillosos salmos acompañados de su lira o cítara.

Jesús emplea el 7 en sus parábolas y en sus enseñanzas. Cuando Pedro le pregunta "¿cuántas veces he de perdonar a mi hermano si me ofende, Señor?, ¿hasta siete?".¨Él le da una lección al contestarle: "No te digo ya siete veces, sino hasta setenta veces siete le has de perdonar" (lo que significa que siempre debemos estar dispuestos a perdonar a quienes nos ofenden).
En muchas más ocasiones emplea el número 7 para poner ejemplos y comparaciones.

En el Apocalipsis (o "Revelación" de Juan, el último libro y más alegórico de la Biblia -que, por cierto, hace el número 73 entre los libros de los que el "libro de libros" se compone; que son, pues, 73-), el autor hace constantes menciones simbólicas con el número 7 (los siete sellos. siete candelabros, siete...)

La Iglesia, continuando con la tradicción bíblica, ha establecido el siete para multitud de categorías dogmáticas de fe, como son:
- Los siete sacramentos.
- Los siete dones del Espíritu Santo.
- Los siete pecados capitales y las siete virtudes espirituales.
- Los cincuenta días que median entre la Pascua de Resurrección de Nuestro Señor y Pentecostés, resultan de la cantidad de días que hay en 7 semanas (49 días; pero sin 50 si incluímos el día desde el cuál empezamos a contar las siete semanas).

Los meses del año


La canción de los números del 1 al 12, con el pin-ball típico de Barrio Sésamo


Doce son las horas del día (y doce las de la noche).
Doce son los meses del año (y doce las constelaciones del Zodíaco).
Doce fueron los apóstoles de Cristo.
Doce las tribus de Israel, las de los doce hijos de Jacob -también llamado Israel-.
Doce son los frutos del Espíritu Santo, según la Iglesia.

El 12 es un número que es muy divisible por otros números enteros, para lo pequeño que es
(entre 1, 2, 3, 4, 6 y 12).

Es muy habitual la agrupación de unidades en docenas, especialmente en productos de compra. Por ejemplo, la clásica docena de huevos.

Tres semanas: el hábito hace al monje


Si bien el 18 es la suma de tres seises (6, el número del hombre), el 21 es la suma de tres sietes (7, el número de Dios). El 18 es el número de la mayoría de edad en muchos países, mientras que el 21 los es en muchos otros. 18 (ó 666) podría considerarse el número del anticristo, mientras que el 21 (ó 777) el de la superación de esta debilidad humana -la de su soberbia- y la definitiva realización del Reino de Dios. Pues bien, vamos a hablar de este bello número.

21 es la suma de los seis primeros números: 1 + 2 + 3 + 4 + 5 + 6 = 21
21 es el producto de los números sagrados de la religión judía (el 7) y la cristiana (el 3).

También es el número de la suma de los números de las tres religiones de la Palabra, de la Revelación, las tres religiones (y consecuentes culturas) de los descendientes de Abraham, el padre de los creyentes: el primer y máximo modelo de obediencia y Fe (con la salvedad, según la Iglesia, de la Virgen María en cuanto a obediencia, y, en todo caso, de Jesucristo, en cuanto a ambos valores de obediencia y en definitiva: Fe). 
Estas religiones son las tres religiones semíticas (de los hijos de Sem, uno de los tres hijos de Noé): 
        - el Judaísmo (cuyo número sagrado es el 7), 
        - el Islam (cuyo número sagrado es el 11) y   
        - el Cristianismo (cuyo número sagrado es el 3).
Pues bien, 7 + 11 + 3 = 21.
El eje, tópico o motivo que establece una raíz común a las tres es el hecho de que con Abraham se abre la Alianza de Dios con su Pueblo; la historia de Salvación de la que será heredera su descendencia (que sería tan numerosa como las estrellas del cielo y la arena del mar, y de la que, después de 42 generaciones (3 veces el doble de 7), nacería Jesús de Nazaret, el Mesías y Salvador, Nuestro Señor).      
Curiosidades matemáticas de este mágico número

Curiosidades y usos del 21 en las costumbres de nuestra cultura occidental actual:

- Estamos en el siglo XXI de nuestra era (esta era esta marcada por el nacimiento de Jesús, hace unos 2025 años, fundador del Cristianismo -pues Él es el Cristo, el Ungido, el Enviado o Mesías, y sus seguidores, pues, los cristianos-)
- El día 21 de cada mes se corresponde con el inicio de cada uno de los meses del antiguo calendario judío. El 21 de cada tres meses, además, celebramos el cambio de estaciones.
- Como ya hemos referido, 21 es el número de años que establece la mayoría de edad en muchos países.
- 21 es, según la psicología, el número de días (3 semanas) en que una persona se mentaliza para adquirir un hábito a partir de una rutina que se ha practicado durante tal lapso de tiempo.
Sí, el hábito hace al monje...
- Juegos de cartas:
        *el Black Jack, en que el as vale 1 u 11, las figuras 10; y hay que conseguir llegar o aproximarse, sin pasarse, a 21.
        *el truco de los 3 montones de 7 cartas cada uno (21 cartas), en el que se adivina la carta en cuestión que ocupa el centro, es decir, la que ocupa el decimoprimer lugar (11º).
        *la carta nº21 de la baraja de naipes españoles es el un as muy elegante: el As de Espadas (casi siempre era mi favorita cuando jugaba a ese truco de las 21 catas).
- 21 es un número de puntos que se emplea como puntuación a conseguir para anotarse un set en diversos deportes: Bádminton, Tenis de Mesa, una variedad de baloncesto...
- Y hablando de deportes, hay muchas anécdotas en torno a gestas y héroes del deporte español desde que, a finales del siglo pasado -concretamente desde que Arantxa Sánchez Vicario ganara su primer título de Grand Slam de tenis, en 1989, cuando, a sus 17 años, nadie se lo esperaba-.
        *Es ella misma quien cuyos nombre y apellidos tienen 7 letras cada uno, dando un total de 21 letras el nombre completo.
        *La selección española de fútbol fue quien culminó, en 2010, este resurgir nacional imperial, con la excusa del deporte de élite mundial -llegando a ser conocido internacionalmente, el conjunto de tenistas más elitistas de nuestro país, como "la Armada Invencible". Lo curioso, en relación con el número que nos ocupa, es que este mayor éxito de nuestro fútbol (y, por tanto, al tratarse del deporte rey, de nuestro deporte) tuvo lugar en unas fechas como las que siguen:
                - Cuarto de final, ganando a Paraguay, el 3 del 7 de 2010,
                - Semifinal, ganando a Alemania, el 7 del 7 de 2010 y
                - Final, venciendo a Holanda, el 11 del 7 de 2010.
Muy curioso, ¿verdad?

De cuarentena

El significado del número 40, que se menciona 149 veces en la Biblia.

Cuarenta días y cuarenta noches, según la Biblia, duró el diluvio universal.
Cuarenta años estuvo errante el pueblo de Israel en el desierto, dirigido por Moisés, desde su salida de Egipto, la tierra de esclavitud, hasta llegar a Canaán, la tierra prometida.

Cuarenta días estuvo Jesús en el desierto, a donde fue conducido por el Espíritu, donde sería puesto a prueba siendo tentado tres veces por el diablo.

La Iglesia ha establecido la Cuaresma, que alude a los cuarenta días que preceden al Domingo de Pascua de Resurrección, siendo el primero de ellos, por tanto, un miércoles, que ha pasado a llamarse "Miércoles de Ceniza", como símbolo e invitación al arrepentimiento y desarrollar las virtudes que Nuestro Señor mostró en estos días del año.

Cuarenta cartas o naipes contiene la baraja española, con las que, jugando al tute, existe la regla de cantar las "cuarenta".

37 y 73

El 37 se sitúa justo en medio del 73 (hay 36 unidades delante y otras tantas detrás para conformar dicho número). Pero, en este caso, se cumple además, que el número que queda en medio -el 37- es justo la inversión de dígitos que el número total -el 73-. Además, se da el caso de que ambos números son primos -tanto el 37 como el 73)-. Ambos números, son una unidad posterior a dos números, respectivamente, muy divisibles -36 y 72-).  

73 son los libros que componen la Biblia.

Como curiosidad, menciono que mi madre cumplió 73 años cuando yo tenía 37.

37 + 1 + 73 = 111

Los números sagrados: 3, 7 y 11

Hay multitud de relaciones cabalísticas que encontramos haciendo operaciones aritméticas con los números sagrados de las religiones "de la historia" o "de la Revelación". Veámoslas.

3 + 7 + 11 = 21 (como ya hemos visto).
3 x 7 = 21 (como también hemos visto).

El 11 está justo en medio -que no que sea la mitad- del número 21 (quiero decir que hay tantas unidades delante -10, del 1 al 10- como detrás -10, del 12 al 21-). Diez números delante y diez detrás; he ahí el 11. (10 es la suma de 3 + 7). Según esto, tenemos las siguientes bellas simetrías aritméticas:

10 + 1 + 10 = 21
(3+7) + 1 + (7+3) = 21

El 11 es primo, y el 21 es sólo divisible, además de por sí mismo y por 1, entre 3 y 7.

11 x 11 = 121
3 x 7 x 11 = 231

33 x 7 = 231
77 x 3 = 231

37 x 3 = 111
37 x 3 x 7 = 777
37 x 21 = 777

7 x 7 x 7 = 343 (343 m/s. es, aproximadamente, la velocidad del sonido en el aire)
3 + 4 = 7 = 4 + 3

73 x 3 = 219
77 x 3 = 231
*La diferencia entre 231 y 219 es 12 (inversión de dígitos de 21).

37 + 73 + 37 = 147
7 x 3 x 7 = 147

7 x 103 = 721
6! + 1 = 1 x 2 x 3 x 4 x 5 x 6 + 1 = 721 (el 7 con el 21) .

703 + 37 + 37 = 777
*Esta suma fue sorprendente para mí, por el hecho de que la descubrí comprobando que, en mi colección de monedas, en la caja principal tenía 703 pecunias, y además dos colecciones de 40 cada una, en la que en ambas faltaban 3 para completar sendas colecciones. Con lo cual, tenía un total de 703 + 37 + 37 monedas. Cuál no sería mi sorpresa al ver que en total sumaban 777.

6 + 1 = 7
6 x 6 + 1 = 37
6 x 6 x 6 + 1 = 217 (el 21 con el 7).
6 x 6 x 6 x 6 x 6 + 1 = 7777

37 x 73 = 2701

11 + 33 + 77 = 121 (11 x 11)

Las coincidencias son innumerables...

El cuadro "mágico" y el número vital

Los nueve primeros números enteros (sin considerar el 0), es decir, del 1 al 9, responden matemáticamente a una combinación curiosa de ellos mismos al ser colocados en un cuadro de 3x3 espacios (de manera que cada espacio corresponde a uno de los 9 números, asignando un número a cada espacio sin repetirse ninguno). Estamos, así, ante un denominado cuadro "mágico", en este caso de "3x3". Existen cuadros mágicos de 3x3 (números del 1 al 9), 5x5 (del 1 al 25); 7x7 (del 1 al 49), 9x9 (del 1 al 81), etc. También para cuadrados de lado "pares"; es decir, de 4x4 (números del 1 al 16), 6x6 (del 1 al 36), 8x8 (1 al 64), etc.

*Cuadrado mágico de 3x3 (9 casillas).

Éste es el cuadrado mágico más conocido y el prototipo de todos los demás. Es el más simple, y conociendo su mecanismo se puede deducir el de todos los demás.
Usando su lógica, intente resolverlo en unos 10 minutos. Si no es capaz, haga click en el siguiente enlace.

Pero, ¿qué tiene de especial un cuadro de 9 (3x3) casillas, asignando un número del uno al nueve a cada una de ellas? Respuesta: la originalidad consiste en que cada uno de los nueve números corresponde a una casilla, sin repetir ninguno, de manera que están los nueve números representados. Y, lo que es realmente significativo, y da a este cuadrado el adjetivo de "mágico", es que cada hilera de tres números (horizontal, vertical y diagonal) suma 15.

Otros cuadros mágicos son los siguientes:
*Cuadrado mágico de 4x4 casillas (números del 1 al 16).
Cada fila, columna y diagonal suma 34.
*Cuadarado mágico de 5x5 casillas (números del 1 al 25).
Cada fila, columna y diagonal suma 65,

...Y así sucesivamente, hay infinitos cuadros mágicos.

¿Qué es el número vital? El número "vital" o "de la vida", se refiere, en términos de cábala vinculada a la personalidad, a aquel número de una cifra, entendiendo como tal a aquel entre 1 y 9 (el 0 se considera como 9; es un ciclo de nueve números), que según la fecha de nacimiento, al hacer con sus cifras la reducción "del 9" hasta quedarnos con una sola, ésta resulta ser su número personal "de la vida".
Por ejemplo: Yo nací el 19 de diciembre de 1978. Mi número vital es el 2, porque sumando los dígitos que representan mi fecha de nacimiento, voy sumando y reduciendo el resultado hasta que me queda un número de una cifra, y éste es el 2: 19 - 12 - 1978 --- 1+9+1+2+1+9+7+8 = 38 --- 3+8 = 11 --- 1+1 = 2
*Relación entre cuadrado mágico 3x3 y número vital.

Pero, volvamos a nuestro primer cuadro, el de 9 las casillas. Éste contiene, lógicamente, los números del 1 al 9 (si bien, también cada cuadro mágico puede contener otra gama de números, pero siempre con la misma correlación entre dos números seguidos). 
Este sencillo cuadro mágico nos revela las relaciones entre individuos de cada número vital, según su colocación en el cuadro.
Así, los individuos cuyo número vital es el 5, número que está en la casilla central de nuestro cuadrado mágico, son personas que se relacionan muy bien con todos, pues tiene a todos los demás como casilla adyacente, horizontal, vertical o diagonalmente. Y siempre habiendo una afinidad más abierta con aquellos cuya relación de adyacencia es de tipo horizontal o vertical (no diagonal).

Los individuos cuyo número vital es uno de las esquinas (los pares: 2,4,6 y 8), son personas poco sociables, que sólo suelen tener relación y afinidad con personas cuyo número vital es el correspondiente a alguno de los otros tres que se sitúan en casillas adyacentes (también aquí, la relación es más directa con los números de las casillas horizontal o vertical que con el 5 (diagonal).

Por último, los individuos de las cifras de cada una de las cuatro casillas centrales de cada fila (superior/inferior) o columna (derecha/izquierda), son personas de buena sociabilidad (números impares excepto el 5), pues tienen hasta 5 casillas adyacentes, cuyos números representan a individuos de tal número vital. También en este caso, los individuos de tales números tienen relación más fácil con aquellos situados en casillas adyacentes horizontales y verticales que con los de las diagonales.