Una pseudociencia
¿Qué es la astrología? Etimológicamente podríamos decir que la Astrología es la "ciencia de los astros" (del griego "asteros", estrella o astro, y "logos", razón, discurso o ciencia). Pero el caso es que la llamada "Astrología" no es ninguna ciencia en absoluto. Es más bien una recopilación de creencias y simbolismos basados en las constelaciones del Zodíaco, con cierta tradición, que establece ciertas analogías entre estas agrupaciones estelares y las características del animal del zodíaco que cada una de ellas representa, asociando cada signo zodiacal al período del año en que el Sol aparece en la constelación que dicho signo representa; de modo que a las personas nacidas en tal período (de más o menos un mes cada uno) son consideradas "nacidas" bajo tal signo.
Se trata, pues, de una "pseudociencia"; una doctrina "falsamente llamada ciencia": una serie de creencias simbólicamente sistematizadas según las cuales los astros ejercen ciertas influencias en las personas, según la posición que aquellos ocupan en el firmamento en el momento de su nacimiento. Lo que por algunos es catalogado de ciencia no es realmente sino, a mi juicio y entender, una tradición filosófica y simbólica que emplea nombres de astros y constelaciones para dar explicaciones sobrenaturales acerca de los rasgos psicológicos de las personas, pero sin fundamento alguno, más que el de dichas asociaciones simbólicas y vagos ecos filosóficos adornando una mera superstición, cuyo fin es, como casi todo en esta vida, ganar dinero por los llamados "astrólogos", "adivinos" o "futurólogos" (a costa de la superstición de la gente que se lo cree).
La superstición
Pero el caso es que todos, como imperfectas criaturas que somos, conscientemente o no, somos supersticiosos. Sin querer nos aferramos a nuestras propias creencias o manías ante ciertos estímulos que nos provocan una respuesta más o menos inmediata.
Yo de pequeño era muy supersticioso; ahora no, no en la forma como la que era entonces. Era una superstición tonta (como todas), pero que, visto ahora, eran cosas de niño. ¿Cuántas veces, después de haber conocido a alguien, le habré preguntado: "¿qué signo del horóscopo eres?"? o: ¿cuál es tu número de la suerte?. Hablar de favoritismos, gustos, tendencias e identificaciones personales siempre ha sido bastante constante en mí de pequeño, y creo que esto sucede en mayor o menor grado en todas las personas en su infancia. Incluso en los no tan niños, aunque siempre dependiendo de las circunstancias y el contexto de una conversación.
El Zodíaco y los signos del horóscopo
La sabiduría filosófica ancestral del mundo oriental, ha dado lugar a tratados como el "I Ching" -libro de las mutaciones- y al horóscopo chino -el cual se basa en doce signos correspondientes a doce animales, cada uno de los cuales rige a los nacidos un mismo año chino, de manera que su ciclo se completa cada doce años-. Este horóscopo me ha interesado mucho menos).
La Astrología, tal como se conoce en el mundo occidental, se basa principalmente en los doce signos del horóscopo, cada uno de los cuales corresponde a los nacidos en el período aproximado de un mes, poco más o menos, durante el cual el Sol se alinea o aparece en el firmamento, desde el punto de vista de un observador terrestre, en una de las doce constelaciones llamadas "del Zodíaco" (nombre que hace referencia a que cada una de ellas está simbolizada normalmente por un animal, por la forma del dibujo que se puede trazar según las líneas imaginarias que unen las estrellas que forma cada constelación).
Así, tenemos doce signos zodiacales o "del horóscopo". Y su ciclo, por tanto, se competa en un año. Estos signos son, por orden, los siguientes, junto al período del año que rigen y el animal u otro ente que simbolizan:
ARIES (del 21 de marzo al 20 de abril) Carnero
TAURO (del 21 de abril al 20 de mayo) Toro
GÉMINIS (del 21 de mayo al 20 de junio) Gemelos
CÁNCER (del 21 de junio al 20 de julio) Cangrejo
LEO (del 21 de julio al 20 de agosto) León
VIRGO (del 21 de agosto al 20 de septiembre) Virgen
LIBRA (del 21 de septiembre al 20 de octubre) Balanza
ESCORPIO (del 21 de octubre al 20 de noviembre) Escorpión
SAGITARIO (del 21 de noviembre al 20 de diciembre) Centauro
CAPRICORNIO (del 21 de diciembre al 20 de enero) Cabra
ACUARIO (del 21 de enero al 20 de febrero) Acuario
PISCIS (del 21 de febrero al 20 de marzo) Peces
Correspondencias simbólicas
A continuación voy a exponer en una especie de cuadro sinóptico los simbolismos y relaciones que se establecen entre cada signo y determinadas características que cada uno de ellos rige.:
SIGNO CASA PARTE CORPORAL NÚM(s) (Imp./Rec.) PAÍS
Aries Fuego Cabeza, Mente 1 Impulsivo
Tauro Tierra Garganta, Tráquea Receptivo Finlandia
Géminis Aire Brazos Impulsivo Alemania
Cáncer Agua Corazón 4 Receptivo Irlanda
Leo Fuego Pulmones 1, 5 Impulsivo Francia
Virgo Tierra Vientre, Pecho Receptivo Suecia
Libra Aire Cintura Impulsivo Suiza
Escorpio Agua Genitales Receptivo
Sagitario Fuego Caderas, Muslos 5, 7 Impulsivo España
Capricornio Tierra Rodillas Receptivo
Acuario Aire Pantorrilas, Gemelos Impulsivo
Piscis Agua Pies Receptivo Israel
El ELEMENTO o CASA indica el elemento básico de la naturaleza (fuego, aire, agua o tierra) a la que cada signo pertenece. Los signos pertenecientes a un mismo elemento comparten determinadas características esenciales, y son más afines entre sí que con el resto de signos.
- FUEGO: Aries. Leo y Sagitario. Son dinámicos, muy impulsivos, apasionados, expansivos, emprendedores, obstinados, ambiciosos, aventureros y entusiastas.
- TIERRA: Tauro, Virgo y Capricornio. Son tranquilos, pacíficos, mansos, muy receptivos, perseverantes, tenaces, sinceros, confidentes, recesivos y tímidos.
- AIRE: Géminis, Libra y Acuario. Son veloces, impulsivos, atléticos, amantes del deporte y la naturaleza, saludables y sanos, enérgicos, intelectuales y equilibrados.
- AGUA: Cáncer, Escorpio y Piscis. Son misteriosos, receptivos, sensuales, amantes de la diversión y los amoríos, sensibles, influenciables, melancólicos y sentimentales.
La PARTE CORPORAL indica aquella zona o parte del cuerpo humano en la que el signo al que rige destaca por su virtud o defecto. Es decir, las personas de un signo que rige tal parte corporal, son personas que destacan por el desarrollo o facultades debidas a dicha parte y, también, cuyas enfermedades o dolencias suelen deberse a defectos de la misma. Por ejemplo, un Aries, cuya parte corporal regente es la cabeza y la mente, destaca por su faceta intelectual, su razón, su pensamiento e ideas sobresalientes, pero a la vez, es susceptible de padecer cefaleas o cualquier tipo de trastorno o enfermedad mental o cerebral. Un Tauro, cuya parte regente es la garganta, podría sobresalir en la oratoria, canto o cualquier actividad en la que se emplee en especial la voz, pero a su vez es propenso a padecer afonía, dolor de garganta, nódulos, ronquera, etc.
El NÚMERO indica aquella cifra numérica que la cábala suele, por tradición, asociar por algún motivo que yo desconozco a las personas del signo al cual rige. Por ejemplo, un Leo, el "rey" del zodíaco -así como el león es el rey de la selva- suele asociarse indiscutiblemente al número 1. Los leo, según la astrológía zodiacal, suelen ser personas con espíritu de liderazgo, les gusta llevar el mando en cualquier actividad o empresa en que se embarcan, y que las cosas se lleven a cabo según su forma de pensar y su voluntad, esforzándose especialmente a que sea así. Les gusta, más que a cualquier otro, ser un campeón, un as, un número uno.
La IMPULSIVIDAD/RECEPTIVIDAD indica la actitud predominante de tal signo en cuanto a si le gusta llevar la iniciativa o no. Un signo, en este aspecto, es, o bien impulsivo, o bien receptivo. A unos les gusta dar el primer paso, hacer preguntas, apelar, emitir mensajes, actuar, etc.; los otros, en cambio, tienden a estar a la defensiva, en actitud de espera, escuchar, observar, guardar silencio y, como mucho, sólo responder cuando es necesario, tanto verbalmente como en la manera de actuar.
El PAÍS indica aquel que por su historia, tradicionalmente presenta rasgos característicos atribuidos a las personas, como si un país tuviera cierta personalidad; el "espíritu" de un país. Así, España se asocia a Sagitario, pues nuestra patria siempre ha tenido tintes de nación con espíritu expansivo y de conquista, como la saeta (flecha) del arquero o centauro (hombre-caballo) que representa a tal signo.
Relaciones de afinidad entre signos
Basados en el elemento a que los signos pertenecen, se establecen lazos de afinidad y compatibilidad entre los doce signos; es decir, hay más o menos grado de probabilidad en establecerse un tipo de relación de amistad o amorosa entre dos individuos según el signo al que cada uno pertenece.
De esta manera, los tres signos que pertenecen a un mismo elemento tienen entre sí un grado de afinidad máximo; y tales signos comparten hacia los otros tres signos de la misma impulsividad/receptividad un 2º grado de afinidad, digamos "favorable" o "medio-alto". Los tres primeros signos comparten con los seis restantes (todos ellos de impulsividad/receptividad opuesta) un grado de afinidad negativo; es decir, "desfavorable" o "mínimo", según se trate del elemento parcial o totalmente opuesto.
Concretando, a continuación detallo las relaciones de afinidad predeterminadas entre las cuatro casas o elementos entre sí:
CASA ------------ FUEGO AIRE AGUA TIERRA
I
I
FUEGO Óptima Favorable Desfavorable Pésima
AIRE Favorable Óptima Pésima Desfavorable
AGUA Desfavorable Pésima Óptima Favorable
TIERRA Pésima Desfavorable Favorable Óptima
Ascendente y Carta Astral
Obviamente, no sólo por la pertenencia a un determinado signo, todas las personas nacidas bajo la influencia del mismo, en cualquier momento del intervalo mensual que abarca, presentarán las mismas características, pues cabe pensar que un nacido a finales del período cubierto por Escorpio y otro nacido a comienzos del de Sagitario (signo que sucede inmediatamente al anterior) deberían ser más semejantes que dos del mismo signo, siendo uno de su comienzo y el otro de su final. La lógica nos dice que la proximidad en el tiempo entre dos personas es la que determina la variabilidad de carácter influenciado por los astros.
Y esa lógica es correcta. Por ello, hay otro parámetro a considerar además del momento del año en que se produce el nacimiento de un individuo para predecir su carácter y su destino, que es el llamado "Ascendente", el cual no es sino otro signo zodiacal determinado por la hora de nacimiento y el signo zodiacal solar -el signo del horóscopo propiamente dicho-. El ascendente, es el signo zodiacal atribuido a una persona según su hora concreta de nacimiento en función de su signo del zodíaco. Hay que consultar, para ello, ciertas tablas periódicas para la determinación del ascendente, si quieres saber cual es el tuyo.
De esta forma, conociendo signo del horóscopo y ascendente, ya son 144 (12x12) las diferentes concreciones astrales para cada persona según su nacimiento, pero estas determinaciones concretas siguen siendo muy relativas, dada la infinitud de posibilidades existente. Para tratar de precisar al máximo la influencia de los astros en el nacimiento de una persona, los astrólogos recurren a la definición personalizada de la "Carta Astral" del individuo interesado. El lector podrá deducir que la misma consiste en una representación de la configuración del panorama astral completo del firmamento, con la posición precisa del Sol y demás astros de nuestro sistema respecto a las constelaciones del zodíaco.
Este "mapa" concreto del universo observable desde nuestro planeta en un preciso instante, según el nacimiento de un individuo, determina astrológicamente su predicción vital concreta y personalizada, su "carta astral", exclusiva para el preciso instante de su nacimiento. Ante esto, podríamos suponer que dos o más personas nacidas simultáneamente correrían la misma suerte en la vida, pero todos podemos obviar de antemano que esto no es así. Como nada en esta pseudociencia, carente de fundamento científico de mínima solidez alguno.
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La Fé
A día de hoy, no tengo ninguna vana creencia ni superstición, más que rotundamente afirmo que es la fe en Dios, por medio de su Hijo Jesús, el que Salva, la única explicación no científica que atribuyo a mis circunstancias y la solución a mis problemas y superación de retos en mi vida. Insto a todo el que lee estas líneas a que compartan conmigo la gozosa convicción de que Jesús, el verdadero Hijo unigénito de Dios, es quien Salva de toda dominación espiritual maligna.
Todas tus dudas, problemas, enemistades, contratiempos, desventuras, tormentos y adversidades explicables o inexplicables tienen sólo solución en la Palabra, Doctrina y ejemplo de Jesucristo, el Hijo de Dios hecho hombre.
Tanto si tu vida va prósperamente como si va vacilante entre vientos tempestuosos, reconozco que mi Norte siempre es Él y animo a los que me lean a que reconozcan que el suyo también: Jesús es el Camino, la Verdad y la Vida; la única vía de salvación, tanto en en esta vida como para alcanzar la Vida Eterna.
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