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sábado, 12 de septiembre de 2020

María

EL DULCE NOMBRE DE MARÍA 


Hoy, día 12 de Septiembre (del presente año 2020), celebramos -o deberíamos celebrar- una onomástica muy especial, la del dulce nombre de María, el de Nuestra Madre y Señora la bienaventurada y Santísima Virgen María.

Son muchos los días del año que el Santoral de la Iglesia Católica dedica a la Virgen María. Aparte del de su onomástica propiamente dicha, hay otros días, como por ejemplo el pasado día  ocho, en que celebrábamos su Natividad -tal sería, pues, el día de su cumpleaños, que por otra parte también lo es ese día el de mi sobrino Michael, a quien le comenté todo esto hace cuatro días cuando le llamamos para felicitarle-. 

Este mes de Septiembre dedica además, el próximo día 15, a la "Virgen de los Dolores", refiriéndose a los sufrimientos que, como Madre, debió unir a los de su Hijo Jesús para ayudarle a llevar a buen término su misión redentora a toda la humanidad. Por cierto, tal denominación tiene el centro de Educación Obligatoria en el cual cursé mi escolaridad de E.G.B. ("Nuestra Señora de los Dolores", en Benidorm).

Otras muchas más festividades son las que el calendario litúrgico dedica a Nuestra Madre, como por ejemplo, la inmediata anterior a la del pasado día 8, creo que es la del 22 de Agosto, día de Santa María Virgen y Reina (día que, por otra parte, ya puesto a señalar las coincidencias con otros cumpleaños de seres conocidos queridos, es también el del cumpleaños de una muy buena amiga y confidente mía, María Oliva, una chica además muy querida en Torrijos de manera general, sobretodo por su gran labor coordinando y llevando más que nadie la responsabilidad en el Coro de la Parroquia de nuestro pueblo). 

Y por supuesto, otras festividades como la dedicada a la Anunciación -a la que he dedicado una entrada en este blog- y otras, incluyendo todas las denominaciones particulares con que se invoca a Nuestra Señora, normalmente según los diversos lugares a los que se atribuyen sus apariciones o ha habido testimonio ocular directo de las mismas (como los dos más populares y cercanos geográficamente a nuestro país, las de Lourdes y Fátima).

Origen y significado


María es un nombre de origen hebreo, lengua de los israelitas de los tiempos bíblicos -y acuales-. La forma hebrea de la cual deriva el nombre María es la de "Myriam", y cuyo significado era el de excelsa. 

Desde los tiempos de María de Nazaret (la Madre de Jesús -y de todos los hombres-) y hasta la actualidad tiene el matiz, además, de Elegida por Dios o Amada de Dios.

Jesús y María


Sin duda, los dos nombres que más están en boca de todo cristiano son estos dos: el de Jesús -a cuyo nombre se inclina toda rodilla en el cielo, tierra y abismo-; este nombre, por supuesto, de una manera inigualable cualitativa y cuantitativamente, pues es el Nombre sobre todo nombre, el que tiene autoridad sobre toda potestad y dominación terrenal y celestial. Pero también, y de una manera muy especial, el de María, su Madre y la de todos los hombres. Es indescriptible, pero de una manera muy bonita, el suyo viene como a complementar y adornar el de su Hijo, pues todo lo que rodea  a Jesús está íntimamente relacionado con todo lo que rodea a María. Se suele decir que donde está Jesús está María, su Madre, nuestra Madre; sus huellas coinciden con las de Él.


Invocar a María significa, de una forma ligeramente indirecta, invocar a Jesús, así como rezar a María significa prácticamente rezar a Jesús. Si Jesús es el puente que une al hombre con Dios, María es el puente que une al hombre con Jesús: "A Dios por Jesús, y a Jesús por María".

Un libro que me ha hecho meditar mucho sobre esto que digo en los dos párrafos precedentes -sobre todo en el segundo- es "El Evangelio Secreto de la Virgen María". Yo díría además que, si la Biblia es el Libro ("Libro de libros") que el Espíritu Santo nos ha regalado para conocer a Dios, este Evangelio "de la Virgen María" es un bonito libro que el mismo Espíritu nos ha regalado para entender la vida de Jesús (culmen de la Historia de Salvación que nos ofrece la Biblia). Leer este libro es como escuchar de labios de Nuestra Madre todo el relato Bíblico mediante un ameno relato de la vida de su Hijo Jesús.

El Rosario es una muy bonita forma de rezar pronunciando -sobre todo si se hace en comunidad- el dulce nombre de Nuestra Madre (más de cien veces si se reza de manera completa), adornando, como si de frescas y aromáticas rosas se tratase, la meditación de cada uno de los cinco misterios de la vida de Jesús correspondientes al grupo -gozosos, luminosos, dolorosos o gloriosos- del día que se trate.  Ambos nombres, Jesús y María, se dicen una y dos veces respectivamente, por cada cuenta del Santo Rosario. Es un recorrido por la vida de Nuestro Señor y Salvador, rezando más de cincuenta Aves Marías y siete Padres Nuestros, recitando éstas y algunas otras oraciones mientras se medita y contempla tales episodios del itinerario salvífico de Nuestro Redentor.

Seguros estamos todos los cristianos que Jesús es el Nombre más pronunciado y más pensado sobre la faz de la Tierra; el nombre que más ha conmovido a las huestes celestiales para responder a nuestras oraciones. Pero creo que el nombre de María, casi siempre, lleva también implícito el de su Hijo, sobre todo cuando se trata de pedir consuelo, auxilio e intercesión. Si Jesús es el Médico del alma, María es la enfermera; así como Jesús es el Camino y María la compañera de viaje incondicional en el trayecto hacia la morada celestial.

*Oración - Invocación a María.

Proliferación del nombre de María

María es, indudablemente, el nombre más difundido -tanto masculino como femenino- en el planeta. Creo que es así, pero sabemos también que el nombre "Mohamed" (que significa "Mahoma") es muy difundido entre los musulmanes, siendo muy habitual que en los países de esta religión el varón primogénito lleve, por costumbre, este nombre. Pero también es cierto que por ejemplo en España, sabemos que todas las mujeres oficialmente anteponen a su nombre de pila el de María (no estoy del todo seguro de ello, pero he oído tal argumento en más de una ocasión, y pienso que es bastante probable).

También sin duda, es el nombre que más ha servido como motivo de inspiración -junto al de Jesús- para las obras de multitud de artistas a lo largo de 2000 años de historia hasta el día de hoy. Se trata del nombre de la mujer más evocada en la historia (así como el de su hijo ha sido y es -y estoy seguro que será siempre- el del hombre más evocado). Y esta "fama", por su puesto, no se la lleva el viento -como a las palabras-, sino que ha quedado plasmada e inmortalizada en multitud de cuadros, esculturas, canciones, poemas, escritos y documentos de todo tipo con el título del nombre que nos ocupa, el del Dulce Nombre de María.

*Ave María de Tomás Luis de Victoria (Canción coral renacentista).

Click en el siguiente reproductor para escuchar mi "Ave María" (compuesto por mí):




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